TikTok se ha convertido en un universo paralelo en el que las tendencias surgen y mueren a un ritmo todavía más endiablado del que se fagocitan en el resto de la industria. Es imposible estar al día de cada una, pero hay ciertas viralidades con la capacidad de traspasar las fronteras de la red social para convertirse en un fenómeno por derecho propio. Este verano la cuestión no va tanto de frutas, sino de una apuesta estética muy específica que se alinea en cierto modo con el retorno del boho chic. ¿El nombre? ‘Chic Desert Aunt’, algo así como la ‘tía chic del desierto’. La responsable de este boom es la estilista Allison Bornstein, autora de la ‘teoría del zapato equivocado’ que triunfó el verano pasado.
Louis Vuitton pre-fall 2024.
The Row primavera-verano 2024.
Gucci crucero 2025.
Phillip Lim primavera-verano 2024.
En junio Bornstein compartió unas coordenadas muy específicas a la hora de hablar de este apetecible uniforme de vacaciones. A raíz de un comentario que le dejaron en una foto suya desarrolló todo un moodboard de lo más significativo. Más que abuela es “una tía”, que viste “de ante, tonos tierra, tejidos naturales” y tiene collares divertidos y potentes, con un punto arty y charms colgando del bolso. “La Chic Desert Aunt tiene prendas elevadas y atemporales, pero también es super divertida y le gusta añadir un toque diferente a las cosas. Puede llevar una blusa chic de lino, pero va a añadirle un increíble collar que le hizo una amiga de Arizona”, señalaba. Según esta experta, su forma de consumir moda no va tanto por alinearse con un marca o por comprar en grandes almacenes que tenga cerca, sino que más bien invierte en piezas excepcionales que encuentra en sus viajes por el mundo. Además, le gusta mezclar para conseguir estilismos únicos y se mantiene fiel a este estilo desde hace décadas.
Bottega Veneta otoño-invierno 2024-25.
Jason Wu otoño-invierno 2024-25.
Missoni otoño-invierno 2024-25.
Gabriela Hearst otoño-invierno 2024-25.
Aunque esta tía prefiera más bien piezas sin fecha de caducidad, la realidad es que resulta esencial citar referencias sobre la pasarela para concretar el tipo de look del que estamos hablando. Bornstein incluyó por ejemplo varios looks de la primavera-verano 2024 de The Row, además de una de las propuestas de Louis Vuitton prefall 2024 y del crucero 2025 de Gucci. La premisa pasa por básicos muy amplios, en esa paleta cromática neutra que va desde el blanco al crema o los terracota, en acabados y tejidos amables que pueden ir desde un plisado hasta un abrigo de piel.
Siguiendo un poco sus explicaciones, la temporada de otoño-invierno podría ser igual de interesante para seguir explorando este estilo. Aquí no encontramos menciones tan literales al boho chic como puede ser la de Chloé o la de Etro, sino combinaciones un poco más difusas. Puede ser, de repente, un top de punto con una falda asimétrica, como la que proponía Bottega Veneta, o el juego de texturas y plisados que vimos en el invierno de Alaïa. Jason Wu o Missoni también podrían ser incluidos con jerséis de punto deshilachados o estampados abstractos que evocan la naturaleza.
