Chucrut: el alimento rico en probióticos que mejora la salud mental
Con el auge de los alimentos probióticos, hemos desarrollado una especie de fijación por los encurtidos o el kéfir por sus beneficios para la salud digestiva y su influencia en la belleza de la piel. Sin embargo, hasta ahora no nos habíamos detenido en el chucrut, que destaca por el modo en que refuerza el vínculo entre intestino y cerebro, con consecuencias positivas para la salud mental. Se trata de col fermentada, tan fácil y tan complejo como eso; un alimento milenario que surgió para mejorar su conservación, y que hoy se ha convertido en un imprescindible para cuidar la microbiota.
¿Qué es el chucrut?
“El chucrut o sauerkraut (en alemán) es col blanca o repollo lactofermentado. Este alimento natural no es algo nuevo; era la forma de utilizar y conservar mediante la fermentación estos alimentos en los países de Europa Central y del Este. Así, se podía consumir durante mucho tiempo, especialmente durante los fríos inviernos donde la presencia de alimento era menor”, nos dice Salvador Talón, Nutritional Manager en ZEM Wellness Clinic Altea. De ahí que se haya erigido como un alimento típicamente alemán.
A diferencia del kimchi, que es otro tipo de col fermentada milenaria que constituye uno de los secretos de belleza de las coreanas, el chucrut solo lleva col blanca (repollo) y sal. Además, se preparan de forma diversa, por lo que ambos presentan diferencias de sabor, aunque comparten propiedades.
Beneficios del chucrut para la salud
En ZEM Wellness Clinic Altea, donde trabajan con un enfoque integral y personalizado para la nutrición, valoran especialmente alimentos como el chucrut por su capacidad de mejorar la salud digestiva y reforzar la conexión intestino-cerebro, fundamentales para nuestro bienestar general. He aquí las propiedades de este alimento fermentado:
Apoya la salud mental
Este alimento refuerza como pocos la relación microbiota-intestino-cerebro, lo que “favorece la salud mental”, en palabras de Andrés Ruiz. Y es que las bacterias intestinales no solo influyen en la digestión, sino también en la producción de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina o el GABA, todos ellos relacionados con el estado de ánimo; de hecho, el 90% de la serotonina (la llamada ‘hormona de la felicidad’) se produce en el intestino. De este modo, varios estudios han relacionado el consumo de alimentos fermentados con: