Todos queremos vivir más. O, más concretamente: vivir mejor durante más tiempo. Queremos mantener durante décadas nuestra energía, la agilidad mental y la posibilidad de salir a explorar. Probablemente por eso nos fascinan las «zonas azules», es decir, aquellas partes del mundo en las que la gente vive mucho más tiempo que la media, a menudo hasta los noventa e incluso los cien años. Según los científicos, las cinco principales zonas zzules son Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Ikaria (Grecia) y Nicoya (Costa Rica ), zonas que pueden enseñarnos mucho sobre cómo vivir bien.
Pero según una nueva investigación hay una nueva zona azul a la que merece la pena prestar atención: Caltabellotta, un remoto pueblo de montaña en Sicilia. «Los datos de Caltabellotta llamaron nuestra atención debido a su altísima proporción de ciudadanos de más de noventa años», explica el profesor Gianni Pes, pionero de la investigación sobre la Zona Azul. «Estas estadísticas indican que el perfil de longevidad de esta localidad es excepcional. La prevalencia de nonagenarios en su población se ha cuadruplicado aproximadamente en las dos últimas décadas; casi tres veces la media nacional italiana».
Aunque podrías ir tú misma a Caltabellotta (allí hay unas cuantas escapadas, como Verdura Resort, que ahora cuenta con un programa pionero de longevidad respaldado por la investigación antes mencionada), también puedes practicar en tu propia casa algunas de las opciones de estilo de vida siciliano.Aquí tienes cinco hábitos de los ciudadanos de Caltabellotta que deberías adquirir ya.
Mantener el estrés a raya
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es importante. «Una de las razones por las que Caltabellotta y otros pueblos sicilianos gozan de una longevidad tan alta es su relajado estilo de vida», explica el profesor Pes. Llevan un ritmo de vida más lento: no se lanzan al metro en hora punta ni responden los correos electrónicos sobre la marcha. «La vida en este pueblo rural se mueve a un ritmo distinto al de cualquier ciudad, siguiendo ciclos estacionales, rutinas agrícolas y rituales sociales ancestrales. Este modo de vida más lento y agrario deriva a una casi total ausencia de estrés crónico».
Obviamente, no todos podemos ralentizar nuestras vidas exponencialmente, sobre todo si tenemos hijos o trabajos exigentes. Pero sí podemos incorporar a nuestras rutinas diarias rituales que alivien el estrés, ya sea echarnos una siesta por la tarde un domingo, disfrutar de una larga cena o irnos de vacaciones como es debido en la medida de lo posible. Si algo va a estresarte y puedes evitar hacerlo, no lo dudes.
Opta por una dieta mediterránea
Seguro que has oído esto una y otra vez, pero merece la pena prestarle atención, porque es algo que muchas Zonas Azules, entre ellas Sicilia, tienen en común. «En esta comunidad, la dieta mediterránea no es una moda, sino un modo de vida transmitido de generación en generación», afirma el profesor Pes. «Las comidas se centran en alimentos cultivados localmente y mínimamente procesados: verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, con raciones moderadas de pescado o carne. El aceite de oliva es la principal fuente de grasa, ya que aporta grasas monoinsaturadas cardiosaludables».
