Cómo acabar con el miedo a pasar tiempo a solas y disfrutar de ratos contigo misma para conocerte mejor

Miedo a pasar tiempo a solas: cómo convertirlo en disfrute personal

Puede que alguna vez hayas deseado con muchas ganas ir al cine o a dar un paseo, por ejemplo, pero que no hubiese nadie disponible para acompañarte. Y no pasa nada, no es el fin del mundo. Ir contigo misma, con tu propia compañía, es una opción tan válida como necesaria. Para muchos la idea de hacer planes en solitario no está entre sus opciones, y es que solemos depender de los demás al querer hacer cosas que nos gustan y que podríamos disfrutar igual (o incluso más) con nosotros mismos, sin la necesidad de acompañante.

Lo importante es ser consciente de que no tienes por qué cancelar o dejar de hacer eso que tanto te ilusiona solo porque vayas a hacerlo solo. Aprender a disfrutar de esos ratos con nosotros mismos puede beneficiarnos, pero es normal que cueste dar el paso. A veces da reparo, vergüenza o incluso miedo. Elizabeth Clapés, psicóloga y autora del libro ‘Hasta que te caigas bien: trabajar en ti para estar orgullosa de quien eres’ (Penguin, 2023) nos explica que, desde pequeños, en todo momento estamos acompañados, ya sea con nuestros padres, en el colegio o el instituto, o con nuestra pareja en edades más adultas: “Siempre estamos con otras personas y el ser humano es un ser social que está hecho para relacionarse”. Pero, en ocasiones, esto puede llegar a producir fatiga social.

Miedo a pasar tiempo a solas: ¿por qué?

Evitar hacer planes a solas tiene detrás múltiples factores que pueden influir en este comportamiento. Unai Aso, psicólogo portavoz de Buencoco, nos cuenta que “esas reticencias a quedarnos a solas tienen que ver con el miedo a hacer frente a pensamientos o emociones incómodas o desagradables al no tener distracciones externas”. Una forma, según explica, de evitar la ansiedad que producen la introspección y autoevaluación.

Clapés nos habla desde su propia experiencia en este aspecto: “Es frecuente que haya personas y, me incluyo, que cuando están pasando por un mal momento evitan estar a solas por no querer pensar. Esto es una forma de evasión, de evitar un problema y de no enfrentarse a él. Se trata de un patrón que tenemos muchos”. En este sentido, es importante no solo saber gestionar las emociones, sino trabajar por frenar y tener cierto control sobre esa voz interior (o pensamientos intrusivos) que a veces nos invaden.

Ambos expertos coinciden en que las razones pueden estar relacionadas también con el miedo a la evaluación social, la vergüenza del qué dirán o pensarán el resto si nos ven solos en un contexto social. Clapés añade otro factor como “creer que vamos a aburrirnos o darle mucho a la cabeza (sí, el overthinking)”, mientras Aso menciona que la influencia de experiencias previas de rechazo o soledad pueden moldear nuestro comportamiento y llevar a la evitación de situaciones en las que uno se siente solo. Algo que “perpetúa la dependencia de la compañía”, agrega.

Una puerta al autoconocimiento y el fin de la dependencia hacia los demás

Según comentan los expertos, pasar tiempo a solas suele traducirse en beneficios personales que mejoran tu día a día y el propio autoconocimiento. “Incorporar este hábito es una manera de estar con nosotros mismos, de reflexionar, de conocernos. Y es importante conocernos para saber cómo somos y qué necesita una persona como nosotros”, reflexiona la psicóloga. Aso añade que también es una forma de fomentar el diálogo interno, además de “ayudarnos comprender mejor nuestra conducta y las de los demás con una actitud más flexible hacia otras perspectivas o formas de pensar”.

Al descubrir que se pueden disfrutar de las cosas en solitario, hay otro aspecto que cambia: la dependencia del resto. “Aprendes a hacer cosas solo y dejas de depender de los demás para disfrutarlas”, asegura Elizabeth. Así es cómo, además, reduces las posibilidades de crear vínculos dependientes, añade la psicóloga. La autosuficiencia trae consigo una perspectiva más independiente que para nada está relacionada con la soledad, recalca la experta. “No depender de otros y bastarse con uno mismo, ser autosuficiente, trae paz y calma interior. Es bastante relajante, a la hora de afrontar las adversidades que presenta la vida, haberte demostrado a ti mismo que tú solo puedes lidiar con un montón de cosas”, indica Clapés. La soledad deseada, tal y como explica el psicólogo portavoz de Buencoco, se traduce en el “desarrollo de habilidades de autorreflexión y autorregulación emocional”.

¿Y por dónde empezar?

Si no estás acostumbrado a pasar tiempo a solas, lo primordial para aprender a hacerlo es tomárselo con calma y hacerlo de forma progresiva. El primer paso es dejar atrás la incomodidad y, para conseguirlo, “no hay otra recomendación más que empezar a tolerarla”, asegura la psicóloga. “Las ganas de hacer cosas se empiezan haciendo cosas, pues esto es lo mismo”. Eso sí, siempre teniendo en cuenta un punto límite en cuanto a la tolerancia de ese malestar.

“Debemos empezar por establecer objetivos pequeños y asequibles, conocidos como actividades de baja demanda emocional y temporal”, recomienda Aso. Dar un paseo, leer un capítulo de un libro que llevas tiempo deseando empezar o, simplemente, sentarse en silencio un rato al día. “Se trata de acciones que ayudan a desmitificar la experiencia de estar solo y que reducen la ansiedad asociada a ello”.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

LA CANCIÓN QUE BOWIE LE HIZO Y QUE LA ODIABA EL PROPIO ANDY WARHOL

Vie Jun 21 , 2024
Comparte en tus redes sociales Andy Warhol tuvo una influencia  indirecta con  un joven David Bowie EN  1971. Fascinado por todo lo que sucede en el espacio artístico del artista, The Factory, repleto de musas, Bowie se sintió particularmente atraído por el uso que hizo Warhol de su banda local […]

Puede que te guste