¿Cómo doblar sudaderas con capucha para ahorrar espacio en la maleta?
Cuando sales de viaje, optimizar el espacio es esencial para que todas tus prendas quepan en la maleta. Las sudaderas con capucha pueden ocupar bastante espacio si no las doblas correctamente. ¡Pero aquí tenemos un truco muy útil! ¿Cómo doblar sudaderas con capucha para la maleta?
- Coloca tu sudadera con la parte trasera sobre una superficie lisa.
- Dobla las mangas hacia el centro. Primero una y después, la otra.
- Dobla de nuevo desde los laterales hacia la parte central, creando una forma rectangular alargada.
- Dobla desde la parte inferior dos veces hacia arriba.
- Cubre la parte central de la sudadera con la capucha, para que quede completamente dentro de esta.
Conseguirás un paquete compacto que te ayudará a ahorrar espacio en tu maleta en tu próxima escapada y así no te faltará una de las prendas imprescindibles para viajar con comodidad y estilo.
Consejos para doblar sudaderas sin capucha
Hasta ahora, nos hemos valido de la propia capucha de la sudadera para doblarla lo máximo posible. ¿Pero qué pasa si tu sudadera no tiene capucha? En ese caso, sigue estos consejos:
- ✅Antes de doblarla, asegúrate de que tu sudadera esté limpia, seca y bien planchada.
- ✅No olvides cerrar la cremallera si la tiene antes de empezar.
- ✅Dobla la sudadera sobre una superficie plana y resistente.
- ✅Presta atención a costuras y bordes para evitar la deformación de las mangas.
- ❌No ejerzas demasiada presión al doblar para evitar marcas.
- ✅Revisa tus sudaderas dobladas periódicamente y evita tenerlas mucho tiempo sin desplegarlas para prevenir arrugas y deformaciones.
¿Cómo doblar sudaderas sin capucha? También se pueden doblar de manera compacta aunque no tengan capucha, ayudándote a ahorrar espacio en cajones, armarios y maletas. Eso sí, ten en cuenta que, si quieres mantener su forma, color y calidad durante más tiempo, debes proporcionar a estas prendas ciertos cuidados.
La forma en la que doblas tus sudaderas de hombre es clave en ese sentido, ya que te ayuda a mantenerlas en buen estado por más tiempo y, por tanto, a aumentar su vida útil, lo que se traduce también en un ahorro económico. Además, un buen mantenimiento reduce los lavados frecuentes, lo que también disminuye su desgaste.