Aunque pareza mentira, lavar la ropa a mano ocupa un lugar importante en la vida moderna. Muchas veces no hay ni tiempo de poner la lavadora y tampoco conviene exponer la lencería, trajes de baño y jerséis más delicados (¡y caros!) al agresivo centrifugado.
Además, aprender a cuidar y conservar la ropa no solo es bueno para el armario y el bolsillo: también es esencial para el planeta. Los efectos de los residuos de ropa en el medio ambiente están bien documentados, y a todos nos interesa mitigar los efectos devastadores de tirar a la basura las prendas dañadas y no deseadas.
Dicho esto, lavar la ropa a mano no es un proceso precisamente intuitivo. Cualquiera que se lo haya planteado puede dar fe de que hay que tener en cuenta un número sorprendente de factores. Por ejemplo, ¿cuál es la temperatura ideal del agua para lavar a mano? ¿Hay que separar la ropa clara de la oscura? Y ¿cómo se supone que voy a secar todo esto después?
Para responder a todas estas preguntas, hemos recurrido a Gwen Whiting y Lindsey Boyd, de The Laundress. Como cofundadoras de una marca dedicada a todo lo relacionado con la colada, ambas son expertas en el lavado a mano. A continuación, comparten de primera mano sus mejores prácticas para lavar tejidos y prendas delicadas, comenzando con el viejo enigma de si es mejor lavar la ropa a mano o limpiarla en seco. Sigue leyendo para conocer todos los pasos fáciles y prácticos para lavar a mano.
¿Lavar en seco o a mano?
“Aunque siempre intentamos evitar la limpieza en seco, hay algunas prendas que solo se pueden limpiar en seco y que no recomendamos mojar. Las pieles con pelo no pueden lavarse porque la piel puede encogerse o secarse con el lavado en húmedo. Otro tejido delicado es la viscosa. La viscosa es un tipo de rayón y, aunque muchos rayones pueden lavarse, se sabe que la viscosa encoge exageradamente. A menudo, el rayón y la viscosa no están etiquetados correctamente y no recomendamos correr el riesgo de que se encojan, se alarguen, se deformen o se frunzan, ya que el daño no se puede deshacer. Tampoco recomendamos lavar elementos estructurados, como americanas con hombreras, ya que pueden deformarse con el lavado”.
Lava de poco en poco
“Mantener la colada a raya –lavando todos los días o en días alternos– es la forma más fácil de que el montón de ropa sucia sea manejable. Una carga pequeña puede lavarse eficazmente en un fregadero limpio, un lavabo o un cubo grande. Para cargas más grandes, la bañera es la mejor opción”.
Limpia la bañera, el fregadero o el lavabo
“Antes de empezar a lavar tus prendas en la bañera, ¡límpiala bien! Elimina la suciedad y el moho con una potente mezcla a base de limpiador o lejía multiusos y agua caliente. Una vez que hayas limpiado la bañera, asegúrate de tapar bien el desagüe para que no se vaya el agua».
Pretrata las manchas
“Para obtener los mejores resultados, junta colores y tejidos similares. Trate previamente cualquier mancha con una solución antimanchas (ideal para manchas de proteínas y taninos con mucho color, como las de vino tinto, zumo, chocolate y tinta) o una barra antimanchas (ideal para manchas de aceite o grasa, como las marcas por dentro del cuello, de aliño de ensaladas y maquillaje)”.
Cuidado con la temperatura
“Si lavas algodón, lino o tejidos sintéticos resistentes (como el poliéster), deja correr el agua templada o caliente y cubre completamente las prendas. A continuación, añade la cantidad indicada de un detergente específico para cada tejido, en función del tamaño de la carga (normalmente, de 2 a 4 tapones)”.
Remojar y repetir
“Agita suavemente el agua con las manos para crear una solución jabonosa y deja las prendas en remojo un máximo de 30 minutos. Saca la colada de la bañera presionando cada prenda contra el borde y coloca la ropa en un cubo limpio o en el fregadero. A continuación, abre el desagüe para que salga el agua jabonosa y vuelve a llenar la bañera con agua tibia limpia. Introduce las prendas, remuévelas para eliminar la espuma y vuelve a vaciar el agua. Si alguna prenda todavía tiene espuma, enjuágala bajo el grifo hasta que el agua del aclarado salga limpia. Nunca retuerza las prendas, ya que puedes dañar las fibras. En su lugar, presiona las prendas contra el borde de la bañera para eliminar el exceso de agua”.
Para secar, tiende
“Siempre hemos sido partidarias del secado en tendedero, ya que preserva las fibras, los colores, la forma y la elasticidad a la vez que ahorramos energía. La mayoría de las prendas cotidianas pueden secarse colgadas en una percha, pero asegúrate de que tenga la forma adecuada para evitar las molestas marcas en los hombros. Las prendas de punto delicadas, como la lana y la cachemira, deben secarse siempre en posición horizontal, con su forma natural, sobre el tendedero o una toalla limpia; si se cuelgan, se tensarán las fibras y se deformará la prenda. Si cuelgas directamente de la barra de la ducha, ten cuidado con el óxido, ya que suele ser muy difícil de eliminar”.
Vapor para eliminar las arrugas
“El vapor es la forma más suave de eliminar las arrugas de las prendas y también ayuda a eliminar las bacterias. Solo planchamos las prendas cuando queremos un acabado almidonado en camisas de vestir o sábanas. Para eliminar fácilmente las arrugas de leves a moderadas, pulveriza con spray antiarrugas a 15 cm de la prenda y alisa con las palmas de las manos o pasa después la plancha de vapor”.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com