Así es cómo las expertas recomiendan lavar la seda
Cómo lavar la seda es una de las dudas más recurrentes a la hora de cuidar nuestras prendas. Este material, considerado delicado, merece unos cuidados específicos que debemos tener en cuenta para mantener cualidades como su color o suavidad, así como para lograr que dure el máximo tiempo posible en buen estado. La pregunta gana relevancia con las últimas tendencias en belleza, donde este tejido se ha posicionado como imprescindible. Los expertos recomiendan fundas de almohada, coleteros y antifaces de seda para reducir la irritación en el rostro mientras dormimos, así como para combatir las puntas abiertas o el encrespamiento. Todos ellos, beneficios de un componente de origen natural, que destaca por su brillo y transpirabilidad.
Unida al lujo y a la artesanía -dado su proceso de fabricación, que se inicia con los capullos de los gusanos de seda-, la seda cuenta con propiedades que la hacen perfecta para diseñar piezas especiales como vestidos de novia, a los que se le suman pequeños objetos de deseo (mucho más casuales) como los pañuelos. A continuación desgranamos todas las claves de las expertas para aprender a cuidar este material.
Paso a paso para lavar la seda: ¿qué pasa si lavo seda en la lavadora? ¿Qué detergente usar para lavar seda?
Si hay algo en lo que coinciden todas las especialistas de la Asociación para la Creación Textil (ACT), es la importancia de lavar la seda a mano y con un jabón neutro. “Hay que introducirla en agua fría o templada. No hace falta frotar mucho, por lo que todo el proceso, al igual que el aclarado, hay que hacerlo con suavidad. Sí se puede poner un poco de suavizante si es necesario, pero nunca se debe meter en la lavadora”, cuenta Carmen Izquierdo, artesana especializada en pintar seda, antes de revelar un dato sorprendente. “Aunque no lo parezca la seda es un tejido natural muy fuerte”.
Esta afirmación la respalda la artista textil Mari Ratia, a la par que explica los motivos para alejarse de esta máquina que todos tenemos en casa. “No aconsejo lavarla en la lavadora aunque disponga de programa para ropa delicada. Son fibras vivas de proteínas similares al cabello humano, y al igual que este, reacciona a los diferentes cambios, ya sean movimientos bruscos y excesivos, de humedad o de temperatura. El cuidado ha de ser delicado, aunque las fibras son súper resistentes. Una pieza bien cuidada puede durar toda la vida”.
Aun así, la artista especifica un aspecto importante a tener en cuenta: mirar siempre la etiqueta del fabricante, donde aparecen las recomendaciones de la marca. “La seda que compramos ya confeccionada siempre ha de lavarse siguiendo sus consejos, debido a que puede ser de seda 100% o una mezcla de fibras de seda y lana, lino u otras. Por eso puede indicar que se lave en seco”. Un caso en el que habrá que llevar la pieza de seda a la tintorería. ¡E importante! No hay que dejarla en remojo mucho tiempo.
¿Cómo recuperar la suavidad de la seda?
Sumado a todo lo anterior, una frase recurrente que todas mencionan, a modo de aviso. Mientras se limpia, no se debe estrujar ni retorcer la prenda. Y Berit Hals, artista textil, aporta un truco para recuperar la suavidad de la seda. “El vinagre blanco ayuda a dar brillo y suavizar la seda. Se puede añadir al último aclarado”.
¿Qué pasa si se moja la seda? ¿Cómo puedo secarla y plancharla?
Tras el lavado, es momento de secarla al aire. Nunca en secadora. “Lo ideal es extenderla plana sobre una toalla, para que suelte la humedad y empecemos a darle la forma original”, continúa Ratia. “Antes de su secado total, cuando está aún un poco húmeda, habrá que plancharla al revés con la plancha a temperatura suave y sin vapor. Esto es para devolverle su forma original, ya que con la humedad del agua puede haber perdido un 20% de tamaño que habrá que recuperar”.
Desde el Taller Desedamas precisan que, en el caso de querer planchar la seda sin lavar, únicamente necesitaremos humedecerla con un espray de agua. Mientras que Hals, por su parte, da con la clave para conseguir el mejor resultado al planchar los pañuelos. “No hay que aplastar el borde del pañuelo con la plancha. Es mejor dejar que quede con el orillado en redondo”.
¿Cómo guardar la seda?
Para finalizar, Mari Ratia relata la manera óptima de guardar este material para que se mantenga en buenas condiciones. “Siempre que no se use hay que dejarla en una caja de cartón, en papel de seda o incluso envuelta en una tela. Cualquier material que la deje respirar será válida, nunca en una bolsa de plástico”.
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