El siguiente paso es cepillar la suciedad superficial. Si lo tienes, usa un cepillo para ante. De lo contrario, puede servir un cepillo de uñas, un cepillo de dientes o cualquier otro con cerdas suaves. También puedes usar una lima de uñas, siempre que la pases con suavidad. Cepilla siguiendo la veta del ante, presionando ligeramente. Si hay marcas de rozaduras, ponte manos a la obra: cepilla hacia delante y hacia atrás presionando un poco más para agitar las fibras y desprender así las partículas de suciedad.
3. Utiliza un borrador para ante con las manchas difíciles
Si tienes una esponja especial para ante, también conocida como borrador, este es su momento. Si no, puedes utilizar una goma de borrar normal para frotar las manchas difíciles o las marcas aún visibles. Presiona algo más al frotarlas, pero sin exagerar: si te pasas estropearás el tejido.
Una vez rociados, cepilla suavemente la mancha y absorbe el exceso de agua con papel de cocina o un paño de microfibra antes de dejar que se sequen al aire. “Da toques suaves con un paño ligeramente húmedo y difumina hacia afuera para igualar la humedad”, aconseja Nelson.
4. Usa agua contra las manchas de agua
Aunque lo suyo es no mojar los zapatos de ante, a veces hay que arriesgarse, sobre todo cuando se trata de eliminar manchas o marcas de agua. Coge un pulverizador vacío (y limpio) y rocía ligeramente agua sobre la superficie del zapato. Ten cuidado al hacerlo: el agua es la principal causa de daños en el ante, así que actúa con moderación.
5. Si la mancha persiste, prueba con vinagre blanco o alcohol isopropílico
El vinagre blanco suele considerarse un limpiador casero casi milagroso, tanto para manchas localizadas como para superficies. Fácil de conseguir y respetuoso con el medioambiente, su composición ácida lo hace muy eficaz para descomponer las manchas, especialmente las marcas de agua. Otro producto casero común con efectos similares es el alcohol de farmacia.
Una vez decidido qué producto usar, humedece un paño y aplícalo con toques suaves sobre la mancha. Y recuerda: la palabra clave es “suavemente”.
No te alarmes si la zona que has tratado adquiere un color más oscuro. Ya tengas unos zuecos fucsias o unas botas de ante naranja, el material debería volver a su color original una vez seco. Si la mancha persiste después del secado al aire, repite el proceso con cuidado hasta notar mejoría. Recuerda que el exceso de líquido dañará más el zapato (sobre todo si así fue como se ensució en primer lugar), así que resiste la tentación de empapar o sumergir tu calzado de ante en vinagre o alcohol para acelerar el proceso. Repetir el proceso con toques suaves puede ser lento y tedioso, pero valdrá mucho la pena.
6. El bicarbonato sódico, la maicena y el líquido lavavajillas también pueden ser útiles con las manchas de grasa
Las manchas de aceite y grasa dan siempre miedo: la sabiduría popular dice que son imposibles de eliminar, así que entendemos que te preocupen. Pero no te rindas: seguramente tengas en casa productos para hacer frente a las manchas más difíciles, como el bicarbonato sódico, la maicena y líquido lavavajillas. Un borrador mágico, que principalmente está hecho de bicarbonato sódico, puede ser muy útil para eliminar manchas en el ante, siempre que evites usarlo en exceso o de forma agresiva.