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Si bien Nile Rodgers obtuvo su reconocimiento internacional como pionero de la música disco junto a Bernard Edwards en Chic, muchas gente desconoce que proviene de un entorno claramente contracultural.
Cuando era niño, se crió en un ambiente beatnik, que lo vio codearse con Richard Pryor, Thelonious Monk y Lenny Bruce, quienes visitaban regularmente la casa de su madre en Greenwich Village, preparando acertadamente el escenario para su ascenso como pionero en su derecho propio.
Demostrando su larga conexión con la contracultura, Nile Rodgers ha hablado extensamente sobre su amor por la música psicodélica. Habló para Desert Island Discs de la BBC en 2018 del álbum debut de Jimi Hendrix, “Are You Experienced?”.
“Fue la obra musical más importante para mí de todos los tiempos, durante unas dos o tres semanas, pero sigue siendo genial. Las letras y la forma en que tocó realmente me hicieron quien soy”.
Sin embargo, hubo otro grupo contracultural que tuvo un efecto que cambió la vida de Nile Rodgers: The Doors. Dirigido por Jim Morrison, el cuarteto de Los Ángeles posiblemente fue el definitivo de la era hippie, con la corriente de poesía consciente del líder flotando sobre su música palpitante, una encarnación sonora perfecta del espíritu contracultural.
Cuando habló con Forbes en 2019, Rodgers recordó una anécdota cuando, cuando tenía 16 años y vivía en Los Ángeles, ya que conoció el LSD a través del famoso psicólogo Dr. Timothy Leary, el defensor más destacado de las drogas psicodélicas. Al mismo tiempo, Rodgers escuchó la música de The Doors, que tuvo una “enorme influencia musical” en él. Esta experiencia dio al futuro líder de Chic “un vocabulario completamente nuevo”.
Rodgers recordó:
“Vivía en Los Ángeles cuando tenía 14 años y trabajaba en un aeropuerto, el aeropuerto de Van Nuys, y solía trabajar en el avión de Frank Sinatra. El señor Sinatra fue un tipo realmente agradable conmigo, yo era el único chico negro allí y fueron muy amables conmigo, y como tenía ese trabajo realmente genial, tenía dinero para hacer muchas actividades extracurriculares”.
Rodgers continuó:
“Un día íbamos a la pista de patinaje y estaban organizando un evento en Los Ángeles llamado Teenage Fair. Por casualidad nos dimos cuenta de unos tipos blancos de pelo muy largo. Cuando conocimos a estos tipos y cruzamos la calle, yo era un inhalador de pegamento y bastante amigable. Me acerqué a estos tipos que nos parecían muy extraños y les dijimos: ‘Oye, ¿en qué están ustedes?’ Dijeron: ‘Vaya, hombre, tenemos monstruos’. ¿Quieren hacer un viaje? Dijimos: “Absolutamente”. Pensamos que solo se referían a ir a pasear y, de hecho, nos llevaron a Hollywood Hills y conocimos a un tipo llamado Dr. Timothy Leary. Tomamos ácido por primera vez en nuestras vidas sin saber qué era. Me quedé fuera de casa durante dos días y cuando regresé, los Doors acababan de lanzar su primer álbum ese día”.
A pesar de que su abuela estaba llorando cuando finalmente regresó a casa, Rodgers estaba extasiado. Había encontrado su nuevo amor, la música psicodélica, y fue gracias a una colección de temas clásicos de The Doors. En esos dos cortos días que pasó viajando con Leary, pasó de tocar música clásica y jazz a tocar la forma más popular de rock ‘n’ roll de la época.
Explica:
“Cuando regresé a casa, había escuchado esta canción de los Doors llamada ‘The End’ una y otra vez, a pesar de que ‘When The Music’s Over’ y ‘Light My Fire’ eran lo más importante. Pero ‘The End’ era donde me reflejaba. Cuando llegué a casa, mi abuela estaba llorando. La policía estaba allí y yo tenía un lenguaje completamente nuevo, un vocabulario completamente nuevo. Eso fue una gran influencia musical para mí porque pasé de tocar música clásica y amar el jazz moderno, por supuesto, a tocar música soul, porque eso es lo que escuchaban todos mis amigos en el centro sur de Los Ángeles y en un día me empezó a gustar la psicodélica”.
Rodgers concluyó:
“Lo realmente interesante es que el divagar del flujo de conciencia a veces es increíblemente profundo cuando uno retrocede y lo mira. Yo era un adolescente, tenía 14 años, 15 años, algo así y pienso en la letra, ‘¿Qué le han hecho a la tierra, qué le han hecho a nuestra gran hermana?’ Nunca pensé en cosas ecológicas cuando era más joven porque la gente realmente no hablaba mucho de ecología. No estoy seguro de si eso es de lo que Jim Morrison estaba hablando, pero si lo fuera, sería muy adelantado a su tiempo y sorprendente. Para mí, cuando The Doors entran en esa sección instrumental y simplemente despegan, se siente como si estuvieran improvisando de forma libre, para mí es increíble, es como el bebop.
