Cómo mantener el baño perfumado: 5 trucos infalibles
En el objetivo de conseguir que nuestra casa huela siempre bien, el cuarto de baño se presenta como todo un desafío. Mantener una rutina de limpieza estricta es el primer paso para acabar con los malos olores, pero cuando se trata de un espacio pequeño y con poca ventilación, no siempre es suficiente. En mi caso, cuento con un aseo sin ventana y muy pocos metros, por lo que he aprendido una serie de trucos para mantener el baño reducido. Y son tan sencillos que podrás aplicarlos en tu día a día sin apenas darte cuenta.
1. Utilizar productos de limpieza con una fragancia agradable
La elección de los productos de limpieza es crucial a la hora de conseguir una fragancia agradable; especialmente, si se trata de un aseo pequeño y con poca ventilación. Los limpiadores a base de amoníaco o lejía pueden ser grandes aliados a la hora de desinfectar, pero es preferible optar por otros menos invasivos si queremos mantener una esencia placentera. El oxígeno activo, las cremas formuladas con ingredientes naturales o la mezcla de vinagre de limpieza y bicarbonato son buenas alternativas a los productos químicos. Podrás utilizarlos a diario para el mantenimiento del baño sin comprometer el ambiente de la estancia.
2. Secar las toallas al aire libre
La humedad es uno de los grandes enemigos del buen olor en el cuarto de baño. Por ello es importante retirar el exceso de agua de la ducha después de su uso o secar el lavabo a diario; esto ayudará, además, a evitar la aparición de manchas de moho y cal en las zonas más propensas. Pero si hay algo que puede provocar un olor desagradable es la acumulación de humedad en los textiles. Lo más fácil, para evitarlo, es tender las toallas al aire libre, para que el proceso de secado sea más rápido y mantengan una fragancia agradable. Colgar los textiles húmedos en el interior de la estancia hará que la humedad tarde en desaparecer y, además, promoverá el crecimiento de bacterias.
3. Perfumar con aceites esenciales algunos puntos clave
Los aceites esenciales son grandes aliados para conseguir una fragancia agradable en cualquier estancia. Al ser 100% naturales, su uso es seguro en casi cualquier superficie y tienen la capacidad de desprender su aroma de forma progresiva. Colocar un algodón empapado en un aceite esencial en el fondo de la papelera del baño o en el interior del rollo de papel higiénico es un truco infalible para ambientar la estancia sin apenas esfuerzo. También se pueden diluir unas gotitas en agua para pulverizar toallas y textiles tras su uso (siempre y cuando estén secas, eso sí).
4. Plantas de interior que ayuden a neutralizar los malos olores
Ocurre, en muchas ocasiones, que los aseos son espacios pequeños y con poca luz, por lo que no parecen el lugar idóneo para el crecimiento y mantenimientos de las plantas. Sin embargo, ciertas especies encuentran en estos lugares con un alto porcentaje de humedad su hábitat natural. Plantas tropicales como la monstera se adaptan a la perfección a este tipo de ambientes –incluso, ante la ausencia de luz natural– y otras con fragancias especiales pueden ayudar a perfumar y eliminar los malos olores en el baño. Destacan los crisantemos, jazmines, lirios o azaleas.
5. Un ambientador mikado que se activa con el movimiento
Por último, si lo que queremos es tener un aroma que permanezca en el interior del cuarto de baño, el ambientador en formato mikado es el mejor aliado. Sus baritas absorben la fragancia y la desprenden de forma progresiva, por lo que no tenemos que preocuparnos por pulverizar la estancia a diario. Además, estos ambientadores se activan con el movimiento, por lo que conseguiremos que el perfume se intensifique al entrar o salir del aseo.