Uno de los mayores retos al que se enfrenta el no iniciado cuando se sitúa enfrente de las infinitas estanterías de conservas de cualquier gran superficie de nuestro país, es saber qué lata escoger y no equivocarse ante la ingente oferta de latas de batalla, “metaconservas ”, latas con pedigrí o conserveras de toda la vida donde la nostalgia puede jugarle una mala pasada al profano, ya que en este caso tenemos la errónea percepción de que “conservera que comía mi abuela = producto de origen español y tratamiento artesanal” y eso es falso la mayoría de las veces. Así que vamos a intentar poner un poco luz entre la oscuridad para saber diferenciar el grano de la paja y conocer conservas de marca blanca de calidad y con producto español, porque la mayoría de las veces las bondades de la marca blanca vienen dadas por la empresa que elabora el producto y, si aprendemos a recabar esa información, nos ahorraremos frustraciones más adelante.
Al lío: bonito del norte en aceite de oliva De Nuestra Tierra, marca de Carrefour de calidad que aúna productos españoles con buen criterio. Quien está detrás de esta lata es la magnífica conservera Serrats, de Bermeo, uno de los lugares donde se produce el mejor bonito del norte en España —también conocido como albacora o atún blanco, pero siendo mucho más pequeño que el atún claro o de aleta amarilla y conteniendo mucho menos mercurio por ese motivo—, puerto con una enorme tradición pesquera y, además, este se elabora en fresco, por lo que el nivel de calidad es el mismo que los enlatados bajo su propia marca, pero más económico (3,05 euros).
Mejillones en formato 8/12 unidades de Sal de Plata, marca blanca de Aldi. Desde hace muy pocos años, lo que ocurre con el mejillón gallego es una locura. Los precios se han disparado enormemente por motivos de diversa índole —malas campañas y subida de coste para la elaboración, entre otros—, lo que ha propiciado la “invasión” del infausto mejillón chileno en conservas que antes usaban el magnífico Mytilus Galloprovincialis o el mejillón gallego de toda la vida. Sin embargo, estos, elaborados por conservas Friscos en Pontevedra, sí son gallegos y además de estar bien presentados y no tener rastas más propias de un concierto de Bob Marley (biso no eliminado por la conservera), tienen un escabeche potente y equilibrado que gustará a todos (2,50 euros).
Sardinillas guisadas de Deluxe, marca premium de Lidl que solo aparece en momentos determinados, como en Navidad, pero vale la pena estar atentos, porque es de lo mejor que hay en marca blanca. Estas concretamente las elabora La Brújula en Cambados, las fríe en harina y luego las cocina en una salsa “de la abuela” que está que quita el hipo. Y lo singular de esta conserva es que La Brújula, al igual que su hermana melliza Ramon Peña, pertenecientes al grupo Delgado, son conserveras de lujo que rara vez hacen marcas blancas. No os perdáis esta lata (3,59 euros).
Pese a la injustificable subida de precio en los últimos meses tengo que recomendar las mejores sardinas de marca blanca que se hacen en España, que son estas de El Club del Gourmet de El Corte Inglés, elaboradas por Conservas de Cambados. Todo lo que queréis de una lata de sardinas lo tenéis aquí: muy tiernas, sabrosas, perfectas de sal, excepcionalmente tratadas y, por supuesto, elaboradas en fresco, ya que vienen de las lonjas de Ribeira o Rianxo , entre otras. Una lata de referencia que estrena imagen y precio (5,25 euros, frente a los menos de 3 euros de hace unos meses).
Cerremos esta lista de marcas blancas con estas navajas en formato 6/8 unidades de Auchan Collection, la marca blanca premium de Alcampo, con el sello de calidad de Conservas de Cambados. Encontrar marisco gallego a estos precios y con un mínimo de calidad aceptable no es sencillo en 2025, pero aquí tenéis un producto muy digno que con un chorrito de limón y pimienta negra hará un aperitivo perfecto para un domingo cualquiera (5,64 euros).
Eso es todo amigos, a disfrutar, y tened siempre esto en mente: en España tenemos las mejores conservas del mundo, con mucha diferencia.