El hecho de que la Fiscalía de Menores de Barcelona volviese a reclamar ayer que se suspenda la publicación por parte de la editorial Anagrama de El odio, el libro que Luisgé Martín ha dedicado a José Bretón, revela la complejidad de un caso en el que chocan la libertad de expresión de un escritor con el derecho al honor y a la intimidad de dos niños asesinados y de la mujer a la que, asesinándolos, quiso dañar un marido machista (y en fase de separación). La solicitud de Ruth Ortiz de paralizar de forma cautelar la distribución del libro había sido rechazada el lunes por un juez de la Audiencia Provincial de Barcelona alegando que carecía de elementos para evaluar si la obra vulnera la ley.
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Organizar el desastre | Opinión
Mié Mar 26 , 2025
Comparte en tus redes sociales “El hombre moderno hereda toda la belicosidad innata y todo el amor por la gloria de sus antepasados —decía William James en la Universidad de Stanford en 1906—. Mostrar la irracionalidad y el horror de la guerra no tiene ningún efecto sobre él. Los horrores […]

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