El pasado mes de diciembre, cuatro meses después del estreno de Romper el círculo, Blake Lively demandó a su coprotagonista y director del filme, Justin Baldoni, por acoso sexual, acusándole además de orquestar una campaña para minar su reputación profesionalmente durante la promoción de la película. En la demanda judicial que interpuso la actriz a finales de diciembre, afirmaba que Baldoni había recurrido a los servicios de Melissa Nathan –una especialista en relaciones públicas en situaciones de crisis reputacional, entre cuyos clientes anteriores figura Johnny Depp– para que le ayudara en este empeño.
Lively alegaba además que Baldoni y el productor Jamey Heath promovieron un ambiente de trabajo tóxico durante el rodaje. A principios de 2024, al retomar el rodaje de Romper el círculo tras las huelgas del gremio del año anterior, Lively habría convocado una reunión con Baldoni y varios productores. Según documentos judiciales, pidió que Baldoni y Heath dejaran de «mostrar vídeos o imágenes de mujeres desnudas, incluida la esposa de un productor, a BL y/o a sus empleados», entre otros comportamientos inapropiados. También solicitó la presencia de un coordinador de intimidad en el plató.
El equipo legal de Baldoni calificó la denuncia de «vergonzosa» y llena de «acusaciones categóricamente falsas», pero el embrollo no terminó ahí. A continuación, repasamos la cronología completa del amplio y variado intercambio de acusaciones entre Blake Lively y Justin Baldoni, con la intervención añadida de Ryan Reynolds, la empresa de relaciones públicas de Nathan y otras tantas personas.
20 de diciembre de 2024: Lively presenta una denuncia por acoso sexual contra Baldoni ante el Departamento de Derechos Civiles de California.
La denuncia original de Lively acusaba a Baldoni de acoso sexual durante el rodaje, así como de represalias contra Lively cuando intentó poner freno a estos comportamientos inapropiados.
21 de diciembre de 2024: The New York Times publica una larga investigación sobre la maquinaria de relaciones públicas que puso en marcha Baldoni para desacreditar a Lively.
El mismo día, se informó de que WME había dado dejado de representar a Baldoni, aunque la agencia de talentos insistió públicamente en que Lively y Reynolds, ambos representados por WME, no estaban detrás de su decisión.
31 de diciembre de 2024: Lively demanda formalmente a Baldoni, a su estudio cinematográfico Wayfarer y a su equipo de relaciones públicas.
Aunque Lively ya había hecho pública su denuncia ante el Departamento de Derechos Civiles de California a principios de diciembre, la demanda que presentó en un tribunal federal de Nueva York el martes 31 de diciembre señalaba específicamente a Baldoni, Wayfarer y a las representantes de relaciones públicas Melissa Nathan y Jennifer Abel por someterla a «más represalias y ataques» tras su participación en el reportaje de The New York Times. «La Sra. Lively ha presentado este litigio en Nueva York, donde tuvieron lugar gran parte de las actividades relevantes descritas en la demanda, pero nos reservamos el derecho de emprender nuevas acciones legales en otros lugares y jurisdicciones según proceda conforme a la ley», declaró uno de los abogados de Lively.
31 de diciembre de 2024: Baldoni y su equipo de relaciones públicas demandan a The New York Times por difamación.
La propia demanda judicial de Baldoni, de 87 páginas, que presentó en el Tribunal Superior de Los Ángeles, alegaba que The New York Times se basó «casi por completo» en la versión «no verificada» de Lively, y acusó a su marido, Ryan Reynolds, de un comportamiento «agresivo» con Baldoni durante una reunión celebrada en la ciudad de Nueva York (cabe señalar que la presunta agresión de Reynolds se habría producido a raíz de que Baldoni dirigiese comentarios gordófobos a su esposa, una falta de respeto que tristemente sigue siendo demasiado común en Hollywood y en el mundo entero). Baldoni pretendía demandar a The New York Times por 250 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios.
16 de enero de 2025: Baldoni, Wayfarer y Nathan & Abel contrademandan a Lively y Reynolds.
Baldoni presentó entonces una demanda contra Lively y Reynolds, reclamándoles 400 millones de dólares por daños y perjuicios. Presentada ante un tribunal de Nueva York, se basa en alegatos de difamación, extorsión e invasión de la intimidad.
En ella, se acusa a Lively de incumplimiento del pacto implícito de buena fe y trato justo, y tanto a Lively como a Reynolds de interferencia intencional en las relaciones contractuales y la ventaja económica, e interferencia negligente con ventaja económica prospectiva. Los demandantes también niegan las acusaciones de acoso de Lively, y afirman que tanto Lively como Reynolds se apropiaron de la producción y comercialización de Romper el círculo. También alegan en el caso que Lively colaboró con los medios de comunicación para llevar a cabo su propia campaña de desprestigio contra Baldoni.