El estampado de cuadros vichy es uno de esos diseños que te transportan instantáneamente a un idílico verano de uniformes manchados de hierba y picnics bajo el sol. Nos recuerda también a iconos eternos como Marilyn Monroe con sus pantalones de cuadritos blancos y negros; Jane Birkin con el minivestido de cuadros azules de La piscina; o Brigitte Bardot casándose con un vestido cottage de cuadros rosas y blancos.
Los cuadros vichy deben su nombre a la ciudad francesa de Vichy, donde se popularizó este estampado en el siglo XVII, tradicionalmente usado en la bucólica región para confeccionar manteles y servilletas. A partir de la Segunda Guerra Mundial, empezó a destinarse a las camisas de los trabajadores del campo, ya que era un tejido asequible y fácil de conseguir. Al otro lado del charco, ya en 1939 entró en la historia del cine con el pichi de cuadros vichy que llevaba Dorothy en El Mago de Oz.
Valentina Frugiuele/Getty Images
Daniel Zuchnik/Getty Images
Aunque los cuadros vichy nunca se han ido del todo, este año ha resurgido entre las amantes de la moda. De hecho, Joy Montgomery, de Vogue, declaró hace poco que los cuadros vichy se habían convertido en el estampado del verano. Las it girls del verano también se han rendido: vimos a Daisy Edgar-Jones con un minicamisón de Reformation en Glastonbury; a Olivia Rodrigo pasando el verano en Reino Unido envuelta en cuadros vichy y a Bella Hadid haciendo lo propio en su colaboración con Frankies Bikinis.
Coqueto y pintoresco, el estampado puede caer rápidamente en lo cursi si no se tiene cuidado. Sin embargo, una forma inteligente de adoptar este estampado campestre sin parecer una niña de cinco años es evitar conjugarlo con accesorios demasiado infantiles, como diademas y calcetines con volantes. En su lugar, opta por una sola prenda de cuadros vichy, en lugar de cuadricularte de arriba abajo. Por ejemplo, una falda larga de cuadros vichy.