Gigi Hadid y el ‘look’ que no sabías que querías copiar
Partimos de una premisa difícilmente cuestionable: Gigi Hadid es un referente en materia de estilo effortless. Desde su capacidad mágica (e innata) para combinar unas chanclas Havaianas con un minivestido de Marc Jacobs a demostrar que unos pantalones capri pueden ser la opción más acertada, la modelo y fundadora de Guest in residence mucho tiene que decirnos en cuanto a moda refiere. En su última aparición por la ciudad de Nueva York conseguía fusionar lo mejor de la estética deportiva con la pieza insignia del coquettecore, es decir, unos pantalones de chandal y unas bailarinas, en un mismo estilismo. Eso sí, no piezas cualquiera.
La supermodelo estadounidense se inclinaba por los colores neutros para crear el estilismo que querremos repetir todos los días de nuestra vida tanto por su comodidad como por la sofisticación que desprende. Gigi elegía unos pantalones de chandal de corte ancho en color plateado y con cinturilla de goma. La clave para alejar del talante deportivo que esta prenda lleva intrínseco radicaba en el tejido satinado que los componía y, por supuesto, en el color metalizado. Para rebajar el toque futurista del plata, la modelo elegía una camiseta blanca básica que colocaba por dentro de la parte inferior sin restarle a esta última nada de protagonismo pero relajando el total del conjunto. Además, para aportar ese aire desenfadado propio de las noches de verano en la Gran Manzana y, por qué no decirlo, ese guiño al imaginario textil americano, Hadid superponía una camisa Western de Levi’s abierta a la camiseta manteniendo el equilibrio cromático con el resto de las piezas y aportando carácter y profundidad al look.
El brillo de los pantalones, normalmente asociado al estilo de noche o festivo, encuentra equilibrio con la informalidad de una camiseta blanca y el toque nostálgico del denim clásico. Pero es el calzado el que marca el giro más interesante: sus bailarinas de rejilla blancas, ligeras, casi etéreas, que evocan el mundo de la danza con una estética radicalmente moderna. Si el tuntuncore nos hipnotizaba hace apenas un par de años, su esencia sigue muy presente en la actualidad, aunque de manera silente y muy sofisticada. Hadid conseguía aterrizar a las bailarinas mesh en clave real, sin artificios, sin pensarlo, como si de una decisión espontánea se hubiera tratado. Su elección confirma algo que las expertas en moda llevamos semanas advirtiendo: este verano, la comodidad se viste de detalles sutiles y texturas inesperadas.
En sintonía con la pulcritud relajada del look, Gigi Hadid apostó por un recogido bajo y pulido con la raya al medio que aporta un aire minimalista y chic. Este peinado, sobrio pero efectivo, permitía que el resto del estilismo respirase sin competir por atención. En clave beauty, el acento se lo llevan la pedicura en azul bebé, perfectamente coordinadas con su bolso del mismo tono. Un detalle aparentemente insignificante, pero que suma puntos en una ecuación estética donde todo está pensado al milímetro: un guiño cromático sutil que equilibra el brillo del pantalón y aporta un toque de frescura veraniega al conjunto.