No hay nada como el comienzo de una relación. Te sientes eufórica, llena de energía, viva. Piensas todo el rato en la otra persona: ¡Es perfecto! ¡Es adorable! ¡Es divertidísimo! Y, lo mejor de todo, tú también lo eres a sus ojos. Que corran el champán, las rosas y el canto de los pájaros: de repente, el mundo es una auténtica comedia romántica.
Desgraciadamente, esa gozosa fase inicial de una relación (también conocida como «luna de miel») nunca parece durar. ¿Por qué? ¿Se puede hacer algo para mantener viva la magia? Aquí, los expertos en relaciones comparten todo lo que hay que saber sobre la fase de luna de miel, desde lo que es hasta lo que ocurre una vez superada.
¿Qué es la fase de luna de miel?
En pocas palabras, la fase de luna de miel es la primera etapa de una relación. «En esta fase todo es profundamente romántico, emocionante, espontáneo», explica la terapeuta matrimonial y familiar Pat Bathurst. «Ambas personas pueden estar profundamente fascinadas la una con la otra y la atracción física es muy alta».
Esta fase, también llamada limerencia, no es solo soñadora y eufórica: es biológica. Cuando nos enamoramos, un cóctel de oxitocina, norepinefrina y dopamina inunda nuestro cerebro, iluminando las mismas vías neuronales que estimula la cocaína (lo dice la ciencia). Esta intoxicación natural es «una función evolutiva para acercarnos a los demás», explica Jennifer Melancon, asesora profesional licenciada. «Somos mamíferos sociales, por lo que el vínculo, la confianza y la conexión son claves para la supervivencia».
Genial, ¿verdad? Sin embargo, todo este magnetismo animal puede tener un efecto secundario no tan encantador: las lentes de color de rosa de la fase de luna de miel pueden impedirnos ver qué más está pasando.
«La pareja puede no darse cuenta de los patrones disfuncionales de la relación», dice la terapeuta de parejas Sara Miller. Por ejemplo, podemos pasar por alto las primeras señales de hábitos de comunicación tóxicos, como la tendencia a evadirse, o no darnos cuenta de que nuestra nueva pareja flirtea con todo el mundo. «Todo lo que hace la pareja durante la fase inicial de luna de miel se considerarse bueno, y puede ser difícil identificar las señales de alarma para el futuro», dice Miller.
¿Cuánto dura la fase de luna de miel?
Aunque no existe una regla fija, los expertos afirman que la fase de luna de miel puede durar desde unas pocas semanas hasta un par de años. Sin embargo, «desde una perspectiva neurofisiológica, la fase de luna de miel suele durar unos seis meses, cuando el sistema vagal ventral está en su nivel más alto de activación, lo que significa que nuestros neuroquímicos y hormonas del ‘bienestar’ están en sus niveles más altos», explica Melancon.