Cuidar el pelo en verano: un producto que marcará la diferencia
A base de mucha repetición e insistencia por parte de farmacéuticos, dermatólogos, divulgadores y prescriptores de belleza y medios de comunicación, por fin hemos interiorizado que el protector solar es un básico imprescindible en nuestra rutina de belleza (independientemente de la época del año en la que nos encontremos). Y es que de poco servirán el resto de tratamientos y cosméticos que utilicemos si no nos escudamos contra la radiación solar y su consecuente fotoenvejecimiento, ya sea primavera, verano, otoño o invierno. Lo mismo ocurre con nuestro cabello: las radiaciones lo resecan, lo estropean, afectan a la fibra capilar y abren la cutícula, por no mencionar el daño en la raíz y su posible descamación. Hablamos con Quique Sánchez, hair artist y director creativo del salón de peluquería madrileño Espacio Q, sobre cómo afecta el astro rey a nuestra melena, y sobre sus tips y consejos para plantarnos en otoño con un pelo tan sano y cuidado como antes de las vacaciones.
1#. ¿Cuáles son los efectos del sol en el cabello?
Todos conocemos los efectos del verano en nuestro pelo: llegamos al otoño con una melena mucho más deshidratada, lo que se traduce en una pérdida de elasticidad y en una fibra capilar que pide a gritos un poco de mimos. Pero no todo son malas noticias, el sol también es necesario para estimular la circulación del cuero cabelludo gracias a la vitamina D, por lo que el pelo crecerá más deprisa en esta época del año. Sánchez nos lo explica así: «Podemos afirmar que la exposición climatológica afecta (para bien y para mal) directamente a nuestro pelo, especialmente la sobre exposición, tanto al agua del mar como a la de piscinas y, no menos importante, al sol. Son tres factores que en verano afectan mucho al cabello, produciendo deshidratación y dejándolo con un aspecto más seco, de textura pajiza, y alterando el color, que se aclara más».
2#. ¿Desde cuándo debemos empezar a proteger nuestro cabello del sol?
“Debemos cuidar y proteger nuestro cabello durante todo el año, pero hay que enfatizar más este cuidado en el momento en el que vayamos a exponernos directamente y con continuidad al sol: momento playa, piscina o montaña; especialmente cuando la exposición se vaya a prolongar durante todo el día y sea muy directa. En invierno, aunque no lo parezca, debemos repetir el mismo ritual si nos vamos a exponer al astro rey durante mucho tiempo (por ejemplo, durante jornadas de esquí, montañismo, paseos largos…)”, aconseja el experto. Además, durante el año la contaminación también hará de las suyas en el aspecto de nuestra melena, por lo que el protector solar se convertirá en nuestro aliado incondicional para luchar contra los factores externos y la polución los 365 días del año.
3#. ¿De qué otras formas podemos proteger nuestro pelo en verano, y a qué zonas debemos prestar más atención?
Existen infinidad de opciones en el mercado: protectores solares específicos para medios y puntas, otros pensados para la raíz (una zona olvidada que también acusa y mucho los signos del sol), o champús específicos para esta época del año. «Además de utilizar productos ad hoc, podemos cubrirlo con una gorra o un pañuelo; métodos que nunca fallan y que además elevarán nuestros estilismos. También podemos usar un protector térmico, que nos protegerá de los rayos UV. En mi salón recomendamos el Protective Hair Veil de la línea Sun Care, de Aveda; unas pocas pulverizaciones serán más que suficientes en cada exposición al sol, haciendo especial hincapié en las zonas más afectadas —que siempre son las mas sensibles—: las puntas. Además, su plus es que utilizarlo es muy fácil; viene en formato spray, por lo que con entre 3 y 4 pulverizaciones bien repartidas será más que suficiente para protegernos del sol”.
4#. Un truco profesional para tener el pelo perfecto en otoño
“El consejo infalible sería cortar el cabello después del verano para sanear todas aquellas zonas que se hayan visto dañadas. Así, el pelo tendrá un aspecto más sano, se romperá con menos facilidad, y crecerá con más fuerza. Además de recurrir a las tijeras, lo ideal sería incidir también con un tratamiento hidratante o reparador para un aporte extra. También es importante que después de un día de playa o de piscina lo lavemos concienciudamente para eliminar cualquier resto de salitre o cloro, o también no usar herramientas de calor en verano y disfrutar de nuestra textura natural”, recomienda.