Durante los hedonistas años 70, David Bowie admitió que consumía diversas sustancias plenamente ilegales, y el que fue su guitarrista Earl Slick ha hablado de ello en su nuevo libro, “Guitar”.
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“Nos sentábamos en la sala de control y nos volábamos los sesos y no empezábamos a trabajar hasta horas más tarde. A veces, días después”.
Sin embargo, Slick, que debutó con Bowie en el LP en directo “David Live” de 1974, ha explicado que las cosas ya eran muy diferentes cuando se reunieron para las sesiones de “The Next Day” en 2013.
“Éramos mayores, obviamente, y no había droga, ninguna. En 2012, llevábamos mucho tiempo sobrios. Ya ni siquiera formaba parte de nuestras vidas. Pero lo que hacíamos entonces era preparar café espresso”.
Y no sólo eso, café y ricas galletas de almendra:
“En una gran panadería que ha estado allí desde siempre llamada Bella Ferrara, un lugar pequeño y de la vieja escuela. Yo compraba biscotti de almendras tostadas, que son increíblemente buenas, y las llevaba a los ensayos”, agrega Slick, de 71 años, cuyo verdadero nombre es Frank Madeloni.
“David rompería una caja entera de ellas. Las mataría junto con su espresso, por supuesto”.
“Cuando llegamos a The Next Day, en mi primer día paré en la panadería y compré biscotti. David compró pasteles de Dean + DeLuca, y teníamos una máquina de café expreso en el estudio, y simplemente le sacamos la mierda a martillazos a todo ello.”
“The Next Day” fue el primer álbum de Bowie en una década y saltó al número 1 en el Reino Unido y al número 2 en el Billboard 200. El proyecto de regreso se grabó en secreto entre mayo de 2011 y octubre de 2012.
“Teníamos un control muy grande y nos sentimos como en casa y éramos como cerdos en la mierda. Antes habríamos hecho lo mismo, sólo que con sustancias diferentes”.
Bowie trabajó con una formación diferente para “Blackstar” en 2016, que llegó pocos días antes de que sucumbiera al cáncer a los 69 años.
