La pieza resultante incorporó el corsé que tanto le gusta a Demi, así como un escote romántico de hombros caídos y cintura ceñida, con detalles drapeados a medida en la parte delantera. El diseño se basó en parte en las damas de la alta sociedad del siglo XVIII, mientras que la forma en A de la falda, con plisados y drapeados, recordaba a las esculturas de la Antigua Grecia.
Cortesía de Demi Lovato
Demi cuenta que el equipo de Westwood la involucró totalmente en el proceso de diseño. La primera sesión consistió en combinar diferentes opciones de top y falda. A partir de ahí, el equipo hizo realidad la idea de la novia con pruebas detalladas, perfeccionando cada elemento no solo del diseño, sino también de la construcción. Demi participó en todas las decisiones, grandes y pequeñas. «Me encanta absolutamente todo lo que lleva el vestido», añade.
Para la recepción, Demi llevó un vestido columna de satén de seda color marfil con un corsé drapeado en la parte superior, también de Vivienne Westwood. El cuerpo iba decorado con una cascada de perlas irregulares que caían desde el escote. Llamado Audrey, el diseño es una versión moderna de una silueta clásica –con un toque asimétrico– en homenaje la edad de oro del cine.