La estilista Jill Jacobs asistió a la novia en la elección de todo el vestuario nupcial. «Demi estaba espectacular, y cada look reflejaba a la perfección diferentes aspectos de su belleza y personalidad«, explica Jill. «Hay algo muy especial en crear el estilismo para un recuerdo tan eterno en la vida de alguien».
Por su parte, Jordan vistió de Saint Laurent para la ceremonia. “Le quedaban bien muchos otros trajes, pero a los dos nos encantó cómo le sentaba el traje de Saint Laurent, la decisión estaba clara”, apunta Demi. Las damas de honor lucieron vestidos de Birdy Grey, mientras que los padrinos del novio llevaron trajes de Hugo Boss.
«Fue una ceremonia llena de amor», recuerda Demi. «Nos casó nuestro buen amigo Dave Osokow, y lo hizo de una manera muy personal. Fue como si todos y cada uno de los asistentes a la boda formaran parte de una gran familia que lo celebraba con nosotros. Mirándonos a los ojos, solo pensaba en lo afortunados que somos de pasar esta vida el uno junto al otro». En el altar, a los novios les costó decidir quien se lanzaba primero a decir sus votos, así que jugaron a piedra, papel o tijera. «Al principio empatamos y luego ganó Jordan, así que fui yo la primera», cuenta Demi.
Para Demi, la ceremonia fue la culminación de muchas cosas. «Simplemente me sentí amada», dice. «Toda la vida me ha traído hasta este momento, y ha merecido la pena con creces. Fue muy especial poder casarme con mi mejor amigo, mi alma gemela y el amor de mi vida. Es difícil expresar con palabras lo que Jordan significa para mí. Encontrar un amor así ha completado mi vida de muchas maneras. Los dos nos esforzamos primero por estar preparados y abiertos a compartir una vida juntos, y creo que esa es una parte muy importante de nuestra relación. Antes de completarnos mutuamente, nos completamos primero a nosotros mismos, y creo que eso es algo muy importante».
Después de la ceremonia, los recién casados se reservaron a solas. «Queríamos asimilar que ya éramos oficialmente marido y mujer y luego nos reunimos con nuestros invitados para cenar y bailar», cuenta la novia. «Me siento preparada para empezar nuestra vida juntos. Y he de decir que no hubiera cambiado ni una sola cosa de la boda«.
