“Es la noche más importante de Hollywood, pero empieza a las cuatro de la tarde”, bromeó Conan O’Brien en su debut como presentador de los Oscar 2025. Efectivamente, a primera hora de la tarde, los nominados y las grandes estrellas desfilaron por la alfombra roja antes de acomodarse en sus butacas del Dolby Theatre, listos para una noche conducida por O’Brien, que se estrenaba como anfitrión de los Oscar.
Una cinematográfica carta de amor a Los Ángeles abrió el espectáculo, con las inmortales palabras de Judy Garland: “There’s no place like home” (“No hay lugar como el hogar”), frente a un resplandeciente letrero de Hollywood. A continuación, Ariana Grande, vestida de rojo rubí (un claro guiño a las zapatillas de Dorothy), subió al escenario con el tema musical Somewhere Over the Rainbow. Cynthia Erivo interpretó Home, de The Wiz, antes de que las dos potencias vocales unieran sus fuerzas en Defying Gravity, una actuación que puso la piel de gallina.
Luego llegaron las risas. En una parodia de La sustancia, O’Brien intercambió su vida con Demi Moore antes de hacer su gran entrada, con todas las miradas puestas en él para un esperado popurrí musical.
La lista de canciones de la noche estaba repleta: Doja Cat, LISA de Blackpink, Queen Latifah y RAYE, todos listos para subir al escenario. Y más allá de las actuaciones, se avecinaban grandes enfrentamientos, lo que garantizaba drama, disgustos y momentos dignos de memes.
En el interior, Kylie Jenner pasó desapercibida, saltándose la alfombra roja para unirse al nominado a Mejor actor Timothée Chalamet entre el público. Mientras tanto, la aspirante a Mejor actriz Selena Gomez y su prometido Benny Blanco formaron una de las parejas más dulces de la noche, intercambiando miradas cómplices y haciéndose selfies junto al asiento.
A medida que se desarrollaba la ceremonia, la verdadera magia no estaba sólo en el escenario, sino en los momentos no filtrados que sucedían entre el público. Como cuando Elle Fanning se acercó a saludar a Kylie Jenner y Timothée Chalamet durante una pausa publicitaria y el trío compartió una risa rápida y fácil. Miley Cyrus, de la mano de su novio Maxx Morando.