Su presencia en la Semana de la Moda es un acontecimiento muy raro, realmente excepcional, y se debe, sin duda, al gran vínculo que tiene con los diseñadores. Al fin y al cabo, no podía faltar en un desfile que es 100% una celebración de su carrera. Cuando se abrió el telón, todas las modelos estaban inmóviles, en poses plásticas y con pelucas rubias, inspiradas en el mismo peinado que Madonna lució en los años 90.
Vogue Runway
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La colección fue una combinación perfecta entre historia del vestuario y música. No faltaron las prendas inspiradas en las que la cantante lució sobre el escenario, ni tampoco las piezas icónicas de Dolce & Gabbana. La encargada de abrir el desfile, en nombre de la Italian beauty (el apelativo que recibió el desfile), fue la modelo Vittoria Ceretti, enfundada en un vestido tubo con copas en forma de cono. El archivo de la marca fue el protagonista absoluto, ya que la colección oscilaba entre los icónicos estampados florales, los trajes de falda lápiz y los vestidos de encaje revisitados en clave contemporánea.