Como antes le pasó a Dolly Parton, la gran cantante Dionne Warwick ha expresado su sorpresa tras ser nombrada parte de la generación 2024 del Salón de la Fama del Rock & Roll.
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No comprende bien que pinta ella ahí.
Dionne reveló a la revista Rolling Stone.
“Estaba aquí en casa cuando recibí todo tipo de llamadas felicitándome. Y no tenía idea de por qué me felicitaban. Me decían: ‘Oh, has sido incluida en el Salón de la Fama del Rock & Roll’. Yo dije: ‘¿¿Lo he hecho??’”.
Aunque Warwick ciertamente ha disfrutado de una carrera excepcional, que incluye más de 30 singles de éxito en el Top 40, nunca se consideró candidata al Salón.
“Nunca me he considerado una rockera. Supongo que todos los demás lo hicieron, excepto yo. Lo cual está bien, ya sabes. Seré rockera si es lo que quieres que sea”.
Warwick ingresará al Salón a través del Premio a la Excelencia Musical. Y aunque está feliz de recibir el honor, admitió que no sabía la diferencia entre su premio y la categoría de artista más comúnmente reconocida.
“No tengo ni idea de cuál es la diferencia. Es todo nuevo para mí. Vi un par de estos programas donde la gente fue incluida en el Salón de la Fama del Rock & Roll, pero nunca me vi como una de los que debían ser consideradas”.
A primera vista, los puristas del rock pueden burlarse de la incorporación de Warwick (y de muchos otros) al Salón. Lo cierto es que como pionera del pop y el R&B, cualquier premio que le den será merecido.
La cantante también tiene contactos e historia con algunos de los artistas más importantes del rock. Entre ellos, los Beatles, con quienes estuvo de gira a principios de los años 60.
“Recuerdo vívidamente que vinieron a uno de mis shows en el Hotel Savoy de Londres”, recordó Warwick, recordando su tiempo con los Fab Four.
“Hice reservas para ellos y aparecieron luciendo como los Beatles. El Hotel Savoy, como usted sabe, es uno de esos hoteles muy, muy elegantes, muy correctos, y aquí se presentaron a su manera Beatle. Se les negó el asiento”.
“Recibí una llamada de John Lennon a mi habitación y me dijo: ‘No nos dejan entrar’”, continuó Warwick.
“Dije: ‘Sí, lo harán’. Y bajé y le dije al maître: ‘No permites que mis amigos se sienten, ¿por qué?’ Y dije: ‘Bueno, ¿adivinen qué? Si no están vestidos apropiadamente y no los sientas, entonces supongo que no subiré al escenario”.
Grande Dionne Warwick.
