Una vez superado el verano, las primeras semanas del otoño componen la mejor temporada para viajar a Nueva York. La agenda de la gran manzana está en su máximo esplendor y el clima es idóneo para recorrer sus calles y exprimir al máximo todo lo que ofrece la ciudad. Sea como sea tu madre, en la capital emocional de Estados Unidos encontraréis los planes y actividades para diseñar el viaje perfecto: las tiendas más increíbles del mundo para una jornada de compras, restaurantes sofisticados, parques en los que perderse, teatros y musicales que no están en ningún otro lugar y museos donde empaparos del arte contemporáneo. Una experiencia que hay que vivir, al menos, una vez en la vida. Y si es en clave madre–hija, mucho mejor.
El hotel: Soho Grand Hotel
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Los barrios del Soho, Greenwich Village y Chelsea son, definitivamente, los mejores para alojarse en Manhattan. Se trata de zonas muy céntricas desde las que se puede acceder caminando a la mayoría de lugares de interés y, al mismo tiempo, están alejadas de la masificación de Times Square.
Nuestra apuesta para un viaje con tu madre es Soho Grand Hotel, con habitaciones luminosas y espaciosas, una decoración cuidada al detalle y, en su mayoría, ofrecen una vista privilegiada de Manhattan. Y, aunque a pocos minutos se encuentran algunos de los restaurantes y bares más aclamados de la ciudad, la propuesta gastronómica del hotel merece ser explorada. Especialmente, el Grand Bar, donde ofrecen una interesantísima carta de cócteles con una amplia colección de referencias de whisky –acompañado, además, de una banda sonora inigualable–.
El restaurante: Café Mogador
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