Dormir bien gracias a la decoración adecuada
Si ya has probado la manta pesada (de hasta 13 kilos), has hecho todo lo posible por regular tus ritmos circadianos o has instalado luz roja en tu habitación, pero sigues con problemas de insomnio, quizá sea el momento de quedarte a dormir en una de las habitaciones Feng Shui que ha creado ZEM Wellness Clinic Altea para maximizar los beneficios de su programa Sleep Boost, un protocolo personalizado que convierte el descanso en una poderosa herramienta regenerativa.
“Dormir bien no solo depende de las horas de sueño, sino también del entorno en el que descansamos”, afirma David de Cubas, psicólogo clínico y director de Salud en ZEM Wellness Clinic Altea. Con su ayuda, descubrimos la máxima número uno de estas habitaciones Feng Shui, inspiradas en los principios de armonía energética, que es prescindir de todo tipo de pantallas y estímulos artificiales en el dormitorio. Porque tú también puedes convertir tu entorno en un agente terapéutico.
Regla #1 para dormir bien: ausencia de pantallas y estímulos artificiales en el dormitorio
Según la Organización Mundial de la Salud, los campos electromagnéticos de baja frecuencia (como los generados por dispositivos wifi o móviles) no representan un riesgo para la salud en niveles habituales. “Sin embargo, hay estudios que señalan que una exposición crónica y continua puede tener efectos negativos en la calidad del sueño, la concentración o el descanso, especialmente en personas más sensibles”, recuerda de Cubas.
Además, “un dormitorio sin pantallas transmite orden y calma y nos ayuda a la desconexión. La ausencia de estímulos visuales y tecnológicos contribuye a crear un ambiente mentalmente más limpio, ideal para descansar», declara el experto. Por todo lo expuesto, una de las recomendaciones más consistentes de los expertos en descanso y neurociencia es mantener el dormitorio libre de pantallas para dormir bien.
-El dormitorio ha de ser para solo para dormir
“Una de las razones más importantes es que nuestro cerebro asocia los espacios con las actividades que realizamos. Si usamos el dormitorio para trabajar, ver series o navegar por redes sociales, nuestro sistema nervioso no lo reconoce como un lugar exclusivamente destinado al descanso. Esto puede dificultar la conciliación del sueño y afectar negativamente su calidad”, nos dice el psicólogo. En su opinión, dormir bien empieza por enseñarle al cuerpo que la cama es solo para dormir.
-El móvil, ni en modo avión
“Teniendo nuestro teléfono apagado o en modo avión, su sola presencia puede tentarnos a revisarlo o generar cierta expectativa –¿habrá llegado un mensaje o correo importante?; ¿me habrán respondido ese mensaje?–. Esta sensación nos pone en modo alerta leve, incompatible con el sueño profundo”, indica de Cubas. Él defiende que “dormir junto al móvil, aunque no lo usemos, no es tan inocente como parece”.
-El peligro de la luz azul
El experto advierte que “la luz azul que emiten las pantallas de nuestros móviles inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Aunque esto no afecta cuando el dispositivo está apagado, muchas personas lo revisan justo antes de dormir o incluso al despertarse durante la noche. Este simple gesto puede alterar el ritmo circadiano, dificultando un descanso profundo y reparador”.
-Tampoco ordenadores ni televisión
“La televisión, aunque no emite señales activas cuando está apagada, suele fomentar el hábito de mirar algo antes de dormir, lo que interfiere directamente con el descanso, y el ordenador puede ser un recordatorio inconsciente de trabajo, tareas pendientes o notificaciones, lo que impide desconectar del todo”, afirma el director de salud de ZEM Wellness Clinic Altea.