Cada nueva edición de Drag Race España suele decirse que “ha subido el nivel”. En este caso vuelve a ser cierto: cuando en un mismo episodio conviven el travestismo folclórico de Satín Greco y el mimo arty de Denébola Murnau, y ambos brillan, sabes que el casting ha sido un acierto. Por no hablar del ballet con ‘Toxic’ de Britney Spears de Dafne Mugler o ese “Bujía rap” de Ferrxn que pide ya un lanzamiento oficial en plataformas de streaming. Supremme Deluxe augura hit.
El nivel de la quinta temporada de Drag Race España ha sido altísimo en looks y pasarelas, tanto que fallos grandes (el vestido de Nori) y pequeños (el plato de Margarita Kalifata) se han magnificado. Pero, como ha indicado el jurado con acierto, en este caso Javier Ambrossi, desde luego no la invitada, Amaia, tan enredada como siempre, a quien ha podido patinar con el humor la ha salvado el riesgo, como ha ocurrido con Nix. A veces la intención, el concepto o la idea valen más que la ejecución.
No todas las concursantes han destacado de la misma forma. El humor escatológico de Alexandra del Raval no es para todo el mundo, pero al menos es memorable. Laca Udilla no ha terminado de imponer su régimen, aunque su propuesta es distinta. No se puede decir lo mismo de Krystal Forever, cuyo parecido a RuPaul no ha pasado desapercibido en el plató: ninguna de sus presentaciones ha resultado especialmente recordable. Eva Harrington tiene vozarrón, pero ¿cuántas veces vamos a ver a Jessica Rabbit imitada?
La mejor novedad de Drag Race España 5 es su apuesta por el positivismo. Ninguna concursante ha sido expulsada en el primer capítulo. Y como señaló Supremme Deluxe: “Habrá una nueva dinámica en la que el corazón será protagonista”. El programa potenciará así la empatía y la sintonía entre sus participantes, en lugar de los malos rollos: tener «corazón» -literalmente- será premiado. Ana Locking ya ha llorado dos veces en el primer episodio. En un momento de tanta crispación y tragedias, se agradece ver cosas bonitas en la tele.
El jurado -con Los Javis, Locking y Supremme- está en mejor forma que nunca. En primer lugar, su criterio ha evolucionado. Claro, ya van cinco ediciones, pero recuerdo pocos episodios en los que estuviera absolutamente de acuerdo con cada una de sus intervenciones. Por supuesto, su papel se complicará en los capítulos venideros. Pero lo mejor es la manera en que han sabido construir un universo interno propio que implica directamente al espectador. En resumen, Drag Race España da más y mejor, una temporada más.