Si te detienes a pensarlo, la mayoría de las metas que tenemos en la vida requieren que invirtamos dinero en ellas: un viaje, comprar una casa, un coche, invertir en tu formación… Por lo que Laura Encina recalca que para alcanzar esos objetivos, no solo hay ahorrar, sino hacerlo de forma balanceada e inteligente. “El ahorro tradicional, al estilo de quienes metían los billetes bajo el colchón, no es realmente inteligente, ya que la vida cada vez es más cara y, en consecuencia, nuestro dinero vale cada vez menos. Por eso, una buena situación financiera pasa, irremediablemente, por poner a trabajar parte de esos ahorros, de tal manera que nos den rentabilidad”. Aunque señala la importancia de que esa inversión esté dentro de un equilibrio y que siempre tengamos a nuestra disposición una cantidad de emergencia.
La experta en finanzas propone que pienses en esos hitos que quieres alcanzar y una vez los tengas definidos, fracciones tu ahorro y vayas invirtiendo una cantidad de dinero en cada uno de ellos. “Deberás darle más importancia a los que tengan más prioridad para ti y apoyarte en herramientas financieras que hagan que tu dinero, no solo no pierda valor, sino que además crezca”.
Cómo controlar tus gastos
Encina plantea: “Si te pregunto en qué gastas el dinero, ¿sabrías responder?” Probablemente pensarás que tienes todo bajo control, pero te sorprendería saber en qué se va gran parte de tus ganancias. Señala que manejas tus gastos no significa no gastar, sino decidir en qué conceptos y en qué proporción lo vas a hacer y realizar, incluso, una planificación de los gastos más importante que tengas que afrontar. “Recuerda que no pagas con dinero, sino con el tiempo y la energía que inviertes en conseguirlo”.
Un consejo: “Es fundamental que haya una reciprocidad entre en beneficio que te reporta ese gasto y el tiempo y esfuerzo que inviertes en conseguir ese dinero. Si el beneficio compensa las horas dedicadas (no solo en trabajo, sino también en preparación), entonces estarás contribuyendo a una vida financiera sana”.
Para tomar consciencia de tus gastos, te invita a que hagas un ejercicio. “Tómate una hora para ti. Ponte un café o un té y saca tus movimientos bancarios de los últimos cuatro meses. Organiza tus gastos por grupos: deudas, suministros, alimentación, ocio, autocuidado, etc. Cuando termines, saca la media de cuánto gastas al mes en cada una de estas partidas. Es muy posible que te sorprendas con alguna de ellas. Y ahora quiero que te preguntas: ¿tiene sentido? En algunas estoy segura de que la respuesta será no”.
