El agua de colonia (japonesa) de hombre que usan las mujeres
La historia de Le Sel d’Issey, de Issey Miyake, está llena de hitos inesperados que confirman el terreno que están ganando los perfumes en nuestras vidas (podemos llegar a usar una media de 4 o 5) y cómo el fenómeno popular está marcando la trayectoria de una industria que crece a velocidad de vértigo en todo el mundo. Es un agua de colonia etiquetada como masculina –aunque cada vez están más desdibujadas las fronteras de género en este nicho de mercado, fuentes de la industria confirman que el consumidor sigue reclamando esta distinción entre perfumes masculinos y femeninos–. Pero que gusta (y mucho) a las mujeres. Y no lo digo por la experiencia que tengo con ella en mi círculo de amigas editoras de belleza (somos muchas las que la adoramos), sino por los datos que confirma el equipo de esta marca japonesa en España. Entre un 15 y un 20% de sus consumidores son mujeres. Y no precisamente porque la compren para sus parejas, sino porque la utilizan ellas. De hecho, cuentan que cuando se lanzó en 2024, antes incluso de que se activara la maquinaria publicitaria que siempre suele acompañar el lanzamiento de un perfume, se agotó en algunos puntos de venta de El Corte Inglés. ¿El motivo? Varios vendedores del centro la vaporizaron en el stand y el fenómeno popular hizo el resto: las personas que pasaban no pararon de preguntar por ese aroma fresco, inesperado y salino (tiene notas de jengibre, vetiver, cedro y algas marinas) y casi todas terminaron por comprarlo. Y adorarlo.
Es fresca pero dura todo el día (y en la ropa semanas)
En apenas un año de vida atesora miles de reviews honestas en las que, además de en su olor superespecial, diferente y fresco, insisten sobre todo en su durabilidad en piel. Un reto tratándose de un agua de colonia cuyo olor suele evaporarse más rápidamente por una cuestión puramente física debido a su menor concentración de ingredientes. Pero que en este caso rompe las reglas básicas de la química por la presencia de dos notas que aseguran su fijación en la piel: el cedro (las resinas siempre facilitan la fijación) y el vetiver. De hecho, dicen sus fieles que aunque en piel dura todo el día en la ropa puede perdurar semanas.
La particular historia del perfumista que siempre hace ‘bestsellers’
Si hay algo que caracteriza el buen hacer del perfumista Quentin Bisch –uno de los más jóvenes de la industria que está detrás de este aroma– es que en su porfolio de creaciones atesora unos cuantos bestsellers. Ponemos algunos ejemplos en los que ha intervenido: Good Girl, de Carolina Herrera; el viral Valaya, de Marly; Divine, de Jean Paul Gaultier; Fleur Narcotique, de EX NIHILO (para más inri lo usa Hailey Bieber)… Tiene una especie de varita mágica para convertir en oro lo que toca. Pero si bien su audacia en materia olfativa es incuestionable (ya desde pequeño experimentó interés por este mundo), cuentan los que le conocen que su paso de juventud como vendedor en Sephora –el archifamoso maquillador Mario Dedivanovic también lo fue– tiene mucho que ver en esa sensibilidad especial para dar con lo que el público demanda. Para hacer realidad los deseos del consumidor final. Una experiencia a pie de calle que permite a los grandes artistas como Birsh o Dedivanovic entender las preocupaciones reales. Y satisfacerlas con altas dosis de creatividad (y perfumes que acaban haciendo historia como en el caso de Birsh). Todo cuadra.
Eau de Toilette Recargable Le Sel D’Issey, de Issey Miyake
Fragancia vegana y recargable de Issey Miyake, inspirada en el poder de la sal, con vetiver y madera de cedro.
