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Los actores que lanzan álbumes tienden a ser vistos como proyectos de vanidad más que cualquier otra cosa, pero no se puede decir que Scarlett Johansson no hizo todo lo posible cuando estaba preparando su álbum debut.
Su álbum Anywhere I Lay My Head, de 2008 , logró obtener críticas bastante decentes de los críticos, que quedaron impresionados con la voz de Johansson. Sin embargo, no fue exactamente un éxito de ventas, ya que el disco apenas superó las 50.000 unidades.
No fue la llegada de un nuevo talento destinado a dominar dos mundos, pero al menos le permitió hacer realidad una fantasía de la infancia cuando David Bowie colaboró en dos temas .
Todo fue básicamente un álbum tributo a Tom Waitsson, en el que cada canción, salvo una, eran versiones de las canciones ya existentes del músico. «Falling Down» y «Fannin Street» contaron con la participación del «Thin White Duke», y aunque nunca estuvieron en el estudio en el mismo lugar y al mismo tiempo, fue uno de los mejores momentos de toda la vida de Scarlett.
Y decía Scarlett:
“Bowie se involucró de una manera increíble. Fue maravilloso , en realidad. Siempre había amado su voz y todo lo relacionado con ella”.
Era l máximo sueño inalcanzable –o eso creía ella, de todos modos– era tenerlo en su primer álbum en lo que llamó el cumplimiento de “mi fantasía de los 13 años”. A veces, todo se trata de tener conexiones, y Johansson tuvo suerte en ese aspecto.
El álbum «Anywhere I Lay My Head» fue producido por Dave Sitek, a quien Bowie ya conocía. Cuando el ícono y Johansson se encontraron en un evento, él le deseó suerte con su próximo debut y ella le dijo que él sería bienvenido si lograba liberar algo de tiempo en su agenda. Meses después, su deseo se hizo realidad.
Y recuerda la historia:
“Recibí una llamada de Dave y me dijo: ‘Nunca adivinarás a quién tengo en el estudio ahora mismo’. Y, efectivamente, era Bowie.
Según Dave, Bowie llegó totalmente preparado c. Ya sabía qué partes iba a cantar. Yo, ya sabes, básicamente me oriné encima cuando me enteré. Así fue como sucedió. Muy emocionante”.
Como en muchos otros ámbitos de la vida, a veces lo importante es a quién conoces. Gracias a un amigo en común, Sitek, Johansson hizo lo que creía imposible y consiguió el pez más grande de todos cuando Bowie apareció como invitado en dos canciones.
