El alimento antiinflamatorio que previene el envejecimiento prematuro: la remolacha (en chupitos)
Hace unos días la psiconutricionista Itziar Digón, voz experta a la que recurrimos para bastantes temas de nutrición de Vogue, me escribía un wasap tan rotundo al que no me puede negar: “Ana, tienes que escribir sobre la remolacha, nos vamos a hartar de hablar de ella y de comerla”. En apenas dos líneas de texto intuí su entusiasmo por este alimento y por el furor que estaba ocasionando entre la comunidad científica. “El mundo PNIE y de la microbiota no paran de hablar de ello”, me decía. Primero tuve que investigar a qué responden esas siglas –PNIE significa psiconeuroinmunoendocrinología, una disciplina que estudia la interconexión entre la psique, el sistema nervioso, el endocrino y el inmunológico–. Y acto seguido hacer varias preguntas sobre este alimento a la mente pensante de este artículo (me refiero a Itziar Digón).
La primera cuestión pretendía entender el fenómeno por la remolacha. Para la psiconutricionista es un alimento que mejora la salud en general precisamente por sus bondades antiinflamatorias para hacer frente a la temida inflamación de bajo grado que posee una parte importante de la población. “La remolacha tiene un alto contenido en nitratos que dentro del cuerpo se convierten en óxido nítrico. Este óxido es una de las moléculas de moda porque mejora la salud cardiovascular al relajar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial. Es un alimento muy antiinflamatorio capaz de mejorar la circulación sanguínea y la llegada de oxígeno a las células de nuestro organismo. Además reduce la fatiga y potencia el rendimiento deportivo. Y es antioxidante, evitando el envejecimiento prematuro”, explica.
La relación entre el sistema nervioso, endocrino e inmunológico
Que la remolacha esté siendo objeto de estudio para los expertos en PNIE tiene que ver con la capacidad antiinflamatoria del óxido nítrico y la manera en la que repercute en el sistema inmune. “Si hay inflamación de bajo grado el sistema inmune tiene menor capacidad de reacción. Esta inflamación es el peor enemigo del sistema inmunitario. Por eso este óxido ayuda a fortalecerlo, interviene en la regulación de hormonas y ayuda a la salud en general. La conexión intestino-cerebro mejora precisamente porque el intestino está menos inflamado y el cerebro va a rendir mucho mejor”, explica Digón sumando otras bondades de la remolacha también a nivel cognitivo.
Cómo tomar remolacha en el desayuno
Para la experta la mejor manera de beneficiarse de todo lo anterior es tomando la remolacha cruda y preferentemente en el desayuno (o entre horas) porque es cuando el cuerpo está más receptivo a la producción de óxido nítrico. Por eso recomienda tomar un chupito de remolacha cruda (unos 250 ml) cada mañana. Para hacer ese zumo natural se aconseja triturar un par de remolachas medianas con agua para darle textura y, si se quiere, se puede añadir un poco de zumo de limón, sal o vinagre, ya que la remolacha puede tener un sabor un tanto terroso. Respecto a poder preparar este zumo para varios días, la experta lo desaconseja porque pierde propiedades. Eso sí, si se prefiere, se puede optar por las versiones ya preparadas.
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