El alimento antiinflamatorio post cena que me ayuda a deshinchar la tripa: el kéfir
Durante una conversación con Ellen af Petersens, creadora de la marca Colekt, descubrí una de las mejores recomendaciones post cena que me han dado para sentirme bien, deshinchar la tripa y dormir mejor. La experta sueca – embajadora del minimalismo wellness en todas sus vertientes– me dijo que su sencilla rutina de noche implica beber un poco de kéfir tras la cena para facilitar la digestión. A ella se la recomendó una persona de Grecia (donde el kéfir es un alimento muy presente en la dieta) y, tras experimentar con esta práctica varias noches, puedo confirmar que es una de las mejores alternativas para calmar el estómago y la mente y aliviar posibles molestias digestivas. Más allá de ser una sensación personal, varias nutricionistas nos han confirmado sus bondades. “El kéfir es un alimento probiótico que contiene bacterias y levaduras beneficiosas que colonizan la microbiota que, precisamente en este momento del año, puede estar desequilibrada por los excesos navideños. Estos bichitos favorecen una mejor digestión y pueden ayudar a evitar esa sensación de hinchazón que podemos tener tras la cena. Es un regalo para la microbiota”, me explica la psiconutricionista Itziar Digón.
Y aunque el kéfir se puede tomar a cualquier hora, el hecho de incorporarlo justo después de la cena ayuda a aliviar esa sensación de pesadez abdominal que se suele tener en las últimas horas del día. Además, teniendo en cuenta que hay varios estudios que confirman que por la noche se puede tener una menor tolerancia a la glucosa, el kéfir también juega a nuestro favor en este sentido. Tal y como apunta la nutricionista Laura Parada, experta en salud hormonal, “el consumo de kéfir puede ayudar a controlar sus niveles de azúcar en la sangre. Como las bacterias presentes en el kéfir se alimentan de azúcar, nos puede ayudar a reducir cierto porcentaje de esta antes de que ingrese en el torrente sanguíneo y provoque un aumento en los niveles de azúcar en sangre”. La nutricionista, además, también confirma que puede ayudar a aliviar gases e inflamación intestinal.
El kéfir después de cenar ayuda a evitar antojos
De las cenas hemos hablado largo y tendido, entre otros motivos porque es un momento del día en el que estamos cansadas y es fácil caer en la tentación de incluir alimentos poco saludables o excesivamente ligeros que no nos sacien y nos produzcan antojos y ganas de comer algo dulce y calórico. Precisamente por eso tomar kéfir después de cenar ayuda también en ese sentido ya que, tal y como confirma Digón, “es una manera rica de acabar el día y a nivel psicológico aporta una sensación placentera por su textura cremosa y fluida. Puede ser un capricho saludable que se puede completar, incluso, con unos frutos rojos o unos trocitos de un buen cacao”, añade. De hecho, tal y como explica Amy Shah en su libro Comer sin culpa (editorial zenith), a largo plazo los alimentos fermentados y probióticos funcionan como controladores de antojo. “Al completar tu dieta con alimentos fermentados, puedes controlar tus antojos de dulce. ¿Cómo? Ayudan a tus papilas gustativas a adaptarse a sabores más ácidos y amargos, por lo que será menos probable que recurras a los alimentos dulces o que los ansíes”, dice.
Hay que tener cuidado las primeras veces
Parada advierte que aunque consumir kéfir después de cenar “puede ser una buena estrategia para mejorar la digestión, hay que introducirlo poco a poco e ir evaluando su tolerancia. Ya que hay personas que no están acostumbradas al consumo de productos fermentados y les pueden generar malestares intestinales como gases o molestias. Por esto recomiendo, si no se está habituado, comenzar con fermentados más simples como el yogur natural y luego poco a poco ir incorporando kéfir en cantidades pequeñas, hasta llegar a un consumo de una ración completa”, dice. A lo que Andrea Vázquez Remuiñan, nutricionista del grupo Marta Masi, añade: “En personas con problemas digestivos, SIBO o intolerantes a la lactosa puede causar mas sintomatología digestiva. Por eso, es preferible evitarlo hasta que no haya una mejoría y se pueda probar poco a poco cómo se tolera”.
Cómo elegir un buen kéfir
La nutricionista de Marta Masi recuerda la importancia de saber elegir un kéfir de calidad: “Recomiendo el natural, sin edulcorantes añadidos, ni saborizantes ni colorantes. Solo el azúcar naturalmente presente. Si su sabor ácido no nos gusta podemos consumirlo con fruta como kiwi o frutos rojos maduros para endulzarlo de forma natural”.
Los otros beneficios del kéfir (en cualquier momento del día)
Más allá de su poder calmante y digestivo, especialmente reconfortante durante la noche, recordamos otros de los beneficios de este probiótico:
- Aporta fibra y puede ayudar con el estreñimiento.
- Mejora el sistema inmune y puede proteger ante el ataque de virus y bacterias. “El ácido láctico producido por el kéfir es un poderoso agente antimicrobiano. Los estudios han encontrado que puede ayudar a eliminar las cepas bacterianas y fúngicas patógenas, protegiéndonos de infecciones”, explica Laura Parada.
- Reduce grasa corporal y su consumo se asocia a la reducción de niveles de colesterol del organismo.
- Es bueno para la piel. “Estos microorganismos probióticos tienen un papel fundamental en nuestra salud intestinal, en el sistema inmune e incluso en problemas de la piel como el acné y la rosácea”, recuerda Vázquez Remuiñan.