No se habían alcanzado los 20 minutos de juego cuando el brasileño João Pedro se acomodó la pelota en la frontal del área y dibujó con su diestra un golpe seco, recto, de trayectoria ascendente y ligera caída sobre la escuadra más alejada de Fabio (44 años), el abuelo de este Mundial de clubes que tendrá final europea. Sudamérica llegó hasta dónde pudo y con quién pudo. El zambombazo de João Pedro fue una folha seca en toda regla. El golpeo de balón más brasileño que existe, por la gracia de Didí, para finiquitar a un equipo brasileño, al último conjunto superviviente del fútbol sudamericano. Ese primer tanto resume el torneo y las diferencias entre un fútbol y otro.
0
Fábio, Thiago Silva, Thiago Santos (Keno, min. 53), Ignácio, Hércules (Agustín Canobbio, min. 69), Renê, Guga, Facundo Bernal (Lima, min. 68), Nonato (Yeferson Soteldo, min. 65), Germán Cano (Everaldo, min. 53) y Jhon Arias
2
Robert Sánchez, Trevoh Chalobah, Malo Gusto (Reece James, min. 67), Tosin Adarabioyo, Marc Cucurella, Cole Palmer, Enzo Fernández (Andrey Santos, min. 85), Moisés Caicedo, Christopher Nkunku (Kiernan Dewsbury-Hall, min. 85), Pedro Neto (Noni Madueke, min. 67) y João Pedro (Nicolas Jackson, min. 59)
Goles
0-1 min. 17: João Pedro. 0-2 min. 55: João Pedro
Arbitro François Letexier
Tarjetas amarillas
Nonato (min. 58), Yeferson Soteldo (min. 71), Robert Sánchez (min. 72)
El talento sigue germinando al otro lado del charco y lo expolia el millonario fútbol europeo. La velocidad, el recorte y el golpeo violento de su segundo tanto también radiografíaron la realidad.
João Pedro no celebró sus goles y pidió disculpas a las tribunas en las que distinguió camisetas y banderas tricolores. João Pedro fue captado del Fluminense por el Watford cuando apenas tenía 18 años por unos 11 millones de euros. El siguiente traspaso le llevó al Brighton & Hove Albion por 34 millones. El pasado 2 de julio el Chelsea pagó por su fichaje 63 millones. Fue una operación de club rico para reforzarse a última hora. El dinero abonado por la entidad londinense supone la mita del valor de mercado de todo el plantel del Fluminense.
João Pedro estaba de vacaciones en la playa cuando fue llamado a filas por el Chelsea para incorporarse de forma inmediata a la expedición que se desplazaba a Estados Unidos. Ningún club sudamericano se puede permitir ese dispendio tan oportuno. João Pedro debutó en el segundo tiempo de los cuartos de final ante el Palmeiras con empate a uno en el marcador y el Chelsea atascado. Su entrada cambió el partido. El conjunto de Maresca recuperó el gobierno del juego y terminó por imponerse (2-1). João Pedro ha sido el verdugo de dos equipos brasileños a la brasileña. Las distancias entre Europa y Sudamérica fueron delimitadas con claridad. Empiezan y terminan en el acceso al mercado de unos y otros.
Al Fluminense le quedaron los detalles, la técnica de sus futbolistas para guardar y esconder la pelota cuando pudieron y su heráldica para competir con dignidad y apurar en algún momento puntual al Chelsea. Cucurella salvó un tanto sobre la línea y el colegiado, tras ser avisado por el VAR y revisar la jugada, no señaló como penalti unas manos Chalobah que el Nuevo Testamento arbitral suele penalizar. El Nuevo Testamento del orden económico del fútbol ya había penalizado al Fluminense con los dos goles de João Pedro.