El brunch del Ritz: el plan ineludible del verano en Madrid
“Había una lista de espera de cuatro meses cuando hice la reserva”. Cuando escuché esa frase de una de las asistentes que esperaban a ser ubicadas para disfrutar del brunch que el hotel Mandarín Oriental Ritz Madrid orquesta cada domingo, supe que no iba a ser un almuerzo como otro cualquiera.
La experiencia comienza en lo más alto. Solo con entrar en las instalaciones del hotel de lujo con más historia de la capital, una queda impresionada con sus instalaciones, la fragancia que impregna todos sus rincones y el trato impecable de su personal. Pero cuando atravesamos el salón donde se celebra el almuerzo dominical, se presenta ante nuestros ojos una especie de paraíso gastronómico donde cada elemento está perfectamente orquestado para complacer al comensal.
Se trata de un bufé delicioso y sofisticado que se sirve en uno de los impresionantes comedores del hotel –con opción a tomarlo en la terraza, si el tiempo lo permite–. La selección de productos, así como las recetas elaboradas que completan el menú, han sido ideados por Quique Dacosta, chef con tres estrella Michelín y responsable de la oferta culinaria del Ritz. El extremeño aporta así su toque diferencial y elevado a un plan que se torna irresistible.
El festín comienza con una copa de Moët & Chandon y una primera tanda de platos que se sirven en mesa: jamón ibérico 100% bellota, huevos benedictinos con salmón y salsa holandesa y una torre de aperitivos que incluye una cucharita de ensaladilla, una piedra de parmesano, una croqueta de marisco y un crujiente de arroz con tartar de salmón.