Las Liverbirds, que fueron contemporáneas de los Beatles, nos han dado una idea de los numerosos desafíos que enfrentó una banda exclusivamente femenina en la década de 1960 .
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La suya es una historia fascinante que incluye enfrentamientos con el manager de Chuck Berry, fanáticos gritando en Europa y el momento en que apenas evadieron las garras de Gary Glitter. Durante los años 60 tocaron en estadios abarrotados en Europa continental, pero nunca tuvieron la oportunidad de triunfar en su tierra natal.
El título del musical eran las palabras exactas que John Lennon le dijo a McGlory cuando ella le mencionó que estaba formando una banda. “Nos animó más que nos desanimó”, dice hoy. “Pero Paul McCartney dijo: ‘Qué gran idea’. Y pensé, bueno, simplemente tocaré el bajo porque eso es lo que tocaba Paul McCartney”.
“Me dijo: ‘Si te quedas aquí, reservaré en toda Europa, no sólo en el Star-Club’.
“Y eso es lo que hizo. Cumplió su palabra. Y viajamos por toda Europa, más o menos, y acabamos yendo incluso a Japón. Entonces, aunque la gente decía: ‘¿Por qué no aceptaste la oferta de Brian Epstein? ¿O de Larry Page, el manager de The Kinks?’, nunca nos arrepentimos de haber tomado a Manfred como nuestro manager, porque durante seis años realmente nos cuidó”.
Y cuenta McGlory:
“Conocí a Charlie Watts hace unos 10 años.Tocamos con los Rolling Stones cuando todavía estábamos en Inglaterra. Y cuando descubrió quién era yo, dijo: ‘Sabes, Mary, Bill Wyman y yo siempre dijimos, nos preguntamos qué pasó con esas chicas fantásticas’. Nunca volvimos a oír hablar de ellas en Inglaterra.
Y continuó :
“Ya sabes, incluso gente como The Stones, o más tarde The Kinks. A todos les agradamos mucho y pensaron que teníamos algo especial. Lo cual, para ser honesto, solo quedamos Sylvia y yo. Y recién ahora nos damos cuenta de lo especiales que éramos porque no teníamos otras chicas a las que pudiéramos admirar y decir: ‘Bueno, intentemos ser como ellos’. Teníamos que ser como nosotras mismos”.
Las Liverbirds aparecieron en la televisión alemana y jugaron con algunas leyendas auténticas, incluido un Chuck Berry típicamente difícil.
Su manager dijo: ‘
“Nadie puede tocar ninguna canción de Chuck Berry en el concierto’. Pero no teníamos elección. De lo contrario, no podríamos haber hecho las dos series de 20 minutos. Así que empezamos a tocar Roll Over Beethoven en nuestro segundo set”.
“El manager de Chuck Berry subió corriendo al escenario y trató de detenernos. Valerie (Gell, guitarrista) simplemente lo empujó fuera del escenario y le dijo: ‘Piérdete’, pero con otras palabras, incluso más fuertes, y seguimos tocando y el público se estaba volviendo completamente loco. Gritaban, rompían las sillas, saltaban y decían: ‘Fantástico, chicas, enséñenles’”.
La historia de los Liverbirds aún no ha terminado y McGlory y Saunders se han asociado con dos de los actores del musical para grabar un nuevo álbum de los Liverbirds que se lanzará más adelante este año.
