Las sobremesas son parte de nuestro patrimonio. Solo en castellano existe una palabra para definir ese tiempo, entre cubiertos y manteles vividos, que nos retiene alrededor de la mesa. Porque no se trata de comer, sino de compartir. Es algo tan cultural que, en la búsqueda de su identidad, las nuevas generaciones lo han incorporado a su universo cotidiano. Ese momento puede convertirse en el colofón de una comida en buena compañía o el preludio de un divertido tardeo. Y Licor 43, el licor español más vendido del mundo, se presenta como el cómplice perfecto para desacralizar el universo coctelero y actualizar nuestro imaginario popular con su primer cóctel pensado para la sobremesa: Carajillo 43.
Aromático y refrescante, Carajillo 43 es, sobre todo, un ritual íntimo. “Una forma de elevar lo cotidiano y convertirlo en algo especial”, apuntan desde la marca cartagenera. Se trata de una revisión moderna y sofisticada del clásico carajillo, donde el aroma del café se entremezcla con el sabor inconfundible de Licor 43, dotándolo de notas cítricas, especiadas y matices de vainilla. Está pensado para disfrutar con calma, siguiendo el ritmo de las conversaciones y no del tiempo, y reconectar con el placer de lo bien hecho.
Carajillo 43 ha llegado en un momento en el que nuestro hogar se ha convertido también en el corazón de nuestras relaciones. Desde el auge del tablescape, que recuperó el arte de vestir la mesa, al resurgir de la figura del anfitrión, en los últimos años hemos redescubierto el poder de la mesa para crear experiencias y estar presentes. El verdadero lujo. “Ya no se trata solo de cocinar o recibir con estilo, sino de convertir cada detalle en un gesto de buen gusto”, apuntan desde Licor 43, que han convertido la elaboración de su cóctel en un espectáculo capaz de traspasar fronteras y conquistar países como México, Brasil o Estados Unidos.
Incluso se ha convertido en uno de los cócteles de moda de TikTok, debido a la sofisticación y sencillez de su elaboración. Frente a la ornamentación y los excesos que han protagonizado otros combinados, el Carajillo 43 no necesita de artificios para sorprender a los invitados. Se sirve agitado en una coctelera con hielos y su característico contraste de matices oscuros y destellos dorados es suficiente para subrayar su presencia y sofisticación. A las puertas del verano, este cóctel refrescante y versátil promete convertirse en el rey del verano.
Un clásico moderno
El cóctel favorito de los anfitriones, Carajillo 43, lleva el ritual del café y la sobremesa a otro nivel. Su elaboración es sencilla: tan solo hay que agitar en una coctelera, 5 cl. de café espresso, 5 cl. de Licor 43 y mucho hielo. Se sirve en vaso ancho, para sorpresa de los invitados.