El corazón le pide a Tornike Shengelia saltar este jueves al mediodía a la pista (14.00, La2) en el estreno de Georgia en el Eurobasket contra España. La cabeza le pide paciencia para afinar su puesta a punto después de sufrir una arritmia cardiaca que le ha obligado a estar dos semanas parado durante la preparación. En ese dilema se mueve el pívot y emblema nacional de la selección georgiana, un mito en su país por su trayectoria deportiva y por el férreo compromiso con el equipo.
El nuevo fichaje del Barcelona sufrió “un susto” cuando el pasado 8 de agosto su corazón dejó de latir con normalidad en un encuentro amistoso frente a Estonia. Shengelia abandonó la concentración de Georgia y voló hasta la capital catalana para someterse a pruebas. Los doctores le dieron el visto bueno para reincorporarse a los entrenamientos si antes descansaba 15 días. Así cumplió Toko hasta ejercitarse solo un par de días en el gimnasio y volver esta semana al tajo.

“Yo por mí jugaría. He tenido dos entrenamientos buenos y con contacto, pero es difícil estar en la mejor forma. Los médicos me han dicho que está todo bien y no va a pasar nada. Mi corazón está bien y haré todo lo posible por estar a punto”, expresó este miércoles Shengelia.
El Barça está también pendiente de un jugador de 33 años al que ha firmado por dos temporadas con opción a una tercera, una opción de mercado que es cupo de formación al pasar dos cursos en la cantera del Valencia (2008-10; jugó seis partidos en la ACB) y que luego se alistó en el Baskonia (176 duelos ligueros entre 2014 y 2020). En el club azulgrana coincidirá con Brizuela, Parra y Willy.
Shengelia forma pareja interior con otro viejo conocido del baloncesto español, Giorgi Shermadini, el pívot de 36 años y 2,16m que ha convertido Tenerife en su casa. La torre georgiana ha renovado este verano por dos temporadas con el conjunto isleño después de vestir de amarillo y negro durante los últimos seis cursos. Y de formar con Marcelinho Huertas (42 años) la pareja más reconocible de la ACB.

Shermadini ha encontrado en Tenerife “el destino final” para él y su familia (cinco hijos), la meta de una carrera que le ha coronado dos veces como campeón de la Euroliga: en 2009 con el Panathinaikos y en el 2013 con el Olympiacos. En el conjunto canario ha estirado Gio su viaje por la Liga tras cumplir otras cinco campañas entre Zaragoza, Andorra y Unicaja, aunque pese a todo le cuesta hablar en español. El curso pasado fue el tercer baloncestista más valorado de la competición por detrás de Ante Tomic (Joventut) y de Jean Montero (Valencia), y se elevó como el MVP liguero en 2021 y 2023.
“Su punto fuerte es su consistencia”, le define Aniano Cabrera, hasta el pasado julio director deportivo del Tenerife y ahora presidente; “parece que nunca está en la pista pero siempre aporta cosas, una ayuda defensiva, un balón recuperado, un dos más uno… tiene muy buenos porcentajes en el tiro libre y es listo y se mueve bien para el tamaño que tiene. Y es un líder silencioso detrás de Marcelinho”.
Shengelia y Shermadini, dos viejos rockeros contra España. “Tienen un juego interior potente”, analizó Willy; “va a ser una dura guerra a nivel físico, de rebote y contactos. Hay viejos conocidos, jugadores que son leyenda y que siguen dominando la ACB como Gio. Va a ser divertido pegarnos”.
El debut de las estrellas
Una pancreatitis ha dejado a Álex Mumbrú, seleccionador de Alemania, hospitalizado desde el lunes en Tampere (Finlandia) y sin poder dirigir a la campeona del mundo en su estreno contra Montenegro. Alemania pasó el rodillo (76-106) con otra actuación estelar de su letal pareja: 21 puntos y cuatro asistencias de Schröder y 22 puntos y ocho rebotes de Franz Wagner.
Las estrellas brillaron en el debut. Lituania se impuso a Gran Bretaña por 70-94 luciendo a Valanciunas (18 puntos y nueve rebotes); Finlandia venció a Suecia (90-93) con 28 puntos y seis rebotes de Markkanen; y Serbia sacó el mazo ante Estonia (98-64) con 11 puntos, 10 rebotes y siete asistencias de Jokic.
Este jueves juega Giannis Antetokounmpo con Grecia ante Italia. El seleccionador italiano, Gianmarco Pozzeco, bromeó ayer sobre cómo frenarle: “Tengo un amigo francotirador. Lo pondremos en lo alto del pabellón”.