Si últimamente te has dado una vuelta por los cafés, tugurios de mala muerte y restaurantes de poco comer del este de Londres o de Nueva York, quizá te habrás dado cuenta de que en el ambiente flota una y otra vez un nuevo corte de pelo. Probablemente ya sepas de cuál estoy hablando. Tal vez incluso estés a punto de sucumbir a él. Me refiero al corte cortina. No es muy diferente del estilo pixie, más suave y femenino, que vimos mucho el año pasado, solo que esta nueva versión es más adulta y andrógina, con una raya en medio y cortinas a ambos lados para darle un toque más desenfadado. Una mezcla de Keira Knightley en Quiero ser como Beckham, Gina Gershon en Bound y Carrie-Anne Moss en Matrix. Se trata de un estilo perfecto para pasar los dedos por él como quien no quiere la cosa. Como Leo DiCaprio de joven, pero esta vez tanto para las chicas como para los chicos.
Sam Rubinstein, fundador del salón de peluquería londinense Rooibos, me cuenta que el corte cortina es uno de los cortes de pelo que más le están pidiendo. Pero según cuenta «nadie sabe cómo llamarlo: ¿un shaggy bob? ¿Un bob que enmarca la cara, un bob estilo años 90, un bob entrando en fase mullet o el corte recto de Gina Gershon en Bound? Este último es mi favorito.
En cualquier caso, «es el corte de pelo de moda que menos cuidados requiere, y también el más andrógino y el más fácil de peinar. Como lesbiana de pro, confirmo que la primera vez que vi este volátil corte de pelo fue en los bares queer, antes de que, como ya hiciera el humilde mosquetón, fuera extendiéndose poco a poco al círculo de mis amigas heterosexuales y/o cis).
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