En todo desfile suele haber una pieza más o menos básica llamada a ser la inversión más asequible o con más posibilidades de trasladarse al street style. La camiseta de la primavera-verano 2025 tiene un sabor retro, con estampado y logo, en tonos tierra. Aunque sea básica, no precisa más que unos vaqueros o unos pantalones de campana para un conjunto de lo más apetecible.
Los vestidos
Si el otoño pasado Chloé presentó vestidos de volantes de manga larga y hasta el suelo, en primavera el formato es el de un bajo de falda asimétrico tipo ‘pavo real’ que parte de una falda globo (o bloomers, según se vea) y cae con una cascada de volantes hasta los pies. Pueden ser de tirantes, manga corta o largo, y en colores que van del amarillo al frambuesa. ¿El estampado estrella? Un bucólico motivo de flores en distintos tonos.
Los bodis/bañadores
Más allá de los estilismos en bragas, Chemena Kamali ha incluido varios looks minimalistas que se centran en una única prenda, una suerte de bañadores/bodis con estampados que van de las flores al flamenco con logo. Eso sí, combinados con collares y pulseras XL y el tamaño mini del cinturón que reinterpretó de 1978.
Los zuecos y las sandalias en vinilo
En materia de calzado, Chloé apuesta por el vinilo como un punto de partida para las sandalias, que declina en versión plana, tipo flip-flop, con pulsera, o en plataformas, como una reinterpretación de las cuñas que incluyeron en su colección debut.
La invasión de detalles marinos
Vale, sí, es hace mucho que no se concibe un verano sin motivos de la fauna submarina habitando el armario, pero Chloé lo hace de cara a la primavera-verano 2025 de una forma deliciosa. Bolsos casi como un ammonite, en formato rígido dorado, conchas con asa redonda entre cuyas valvas se lleva un accesorio negro satinado o limosneras que evocan las redes de pescador son algunos de los irresistibles diseños que estarán por todas partes de cara al año que viene. Al detalle, la firma propone bailarinas planas cuajadas de charms como pequeños peces y caracolas.