El Estado considera que podrá recuperar casi 9.000 millones (exactamente 8.961 millones) de los 22.000 millones que dedicó en 2012 a reflotar a Bankia, de acuerdo a las cuentas anuales del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el instrumento público con el que el erario público reflotó a la antigua CajaMadrid. Trece años después, el Estado da por perdido algo más de la mitad del dinero invertido, procedente de una línea de crédito puesta a disposición por las instituciones europeas. Todo, a expensas de que se decida a desinvertir el 18% que aún ostenta en CaixaBank tras la fusión con Bankia.
Pese a que la cifra es muy inferior al montante total del rescate, el FROB explica en sus cuentas de 2024 que es sustancialmente superior a la registrada un año antes, al cierre del ejercicio de 2023, de 6.750 millones de euros. La razón está en la evolución de la acción de CaixaBank, que en 2024 se revalorizó un 40,5% y acumula un 42% en lo que va de este. Esto le ha permitido al FROB aminorar el deterioro de su participación en BFA (la sociedad instrumental con la que rescató Bankia y que aún ostenta la participación en CaixaBank) en 2.213 millones. Por tanto, la entidad pública considera que el patrimonio neto de BFA es de 5.500 millones más 3.400 millones en plusvalías tácitas de la participación.
Además, el FROB ha comenzado a cobrar los primeros dividendos de BFA. En 2024 se embolsó 500 millones de euros de dividendos por su participación en BFA, 334 millones por los beneficios de esta sociedad de 2023 y 155 millones por el dividendo a cuenta con cargo a los resultados de 2024. Suma, en total, cerca de 1.000 millones de euros en ingresos por ello.
Esta institución ha dedicado el dinero recabado a devolver el dinero prestado por Europa en el rescate. De acuerdo a las cuentas del FROB, aún adeudaba al mecanismo europeo de rescate (MEDE) 932 millones que vencían el pasado 11 de diciembre de 2024.
No obstante, el dinero que el Estado ha cobrado en total de Bankia primero y CaixaBank después es superior. Entre ventas de participaciones y dividendos, 4.500 millones de euros, si bien solo los 1.000 millones repartidos en dividendos han llegado al FROB. El resto engrosa el patrimonio neto de BFA, con el objetivo de afrontar las demandas y reclamaciones procedentes de varios procesos legales.
De estos 4.500 millones, 2.650 millones proceden del cobro de dividendos primero de Bankia y después de CaixaBank, incluidos los dos últimos pagos, de 14 céntimos por acción en noviembre de 2024 y de 28 céntimos en abril de este año.
Del otro lado, ha acometido dos ventas parciales de su participación. En enero de 2014 percibió 1.304 millones por la colocación del 7,5% y en diciembre de 2017 se embolsó otros 818 millones con la venta de otro 7%.
El importe de ayudas recuperadas se incrementará sustancialmente cuando el Estado venda su participación en CaixaBank. Actualmente, y tras los programas de recompra de acciones, está en el 18%. De acuerdo al valor que arroja la Bolsa a la entidad, su tasación es de 9.500 millones. No obstante, nada apunta a que una desinversión se produzca en el corto plazo. El Gobierno ha prorrogado por enésima vez el plazo legal para que esta venta se produzca y ahora tiene de margen hasta finales de 2027.
En los últimos ocho años, el único paso que ha dado el Ejecutivo para desprenderse de esta participación heredada del rescate bancario fue la fusión de Bankia con CaixaBank, en 2020. La operación supuso crear dos entidades más fuertes en un momento de zozobra económica, así como partía de la base que para el Gobierno le sería más fácil vender una participación pequeña de una entidad grande que muchas acciones de un banco más pequeño. Así, la suma de ambas firmas supuso la creación del banco más grande del mercado español. Desde la fusión, la participación del Estado en CaixaBank se ha revalorizado más del 200%.
El FROB, así, cerró el ejercicio de 2024 con un beneficio de 2.697 millones de euros, gracias precisamente a la evolución en Bolsa de CaixaBank. Su principal ingreso, por tanto, han sido los dividendos del banco que pilota Gonzalo Gortázar, así como registró un beneficio de 1,15 millones por la resolución de procedimientos en curso. Como consecuencia del ejercicio de estas acciones, el importe efectivamente reconocido por sentencia judicial firme a favor del FROB asciende a 303 millones.