Era una chica normal, con el pelo moreno, de familia humilde y muy tímida, hasta que un día recibió una llamada. Y así, sin más, Pamela Anderson alcanzó la fama internacional en la década de 1990. Inicialmente, fue como modelo de Playboy donde ganó notoriedad (y donde la tiñieron de su rubio característico para después convertirse en la persona con más portadas de la cabecera). Más tarde llegaría su papel como C.J. Parker en Los vigilantes de la playa. La serie, conocida por sus escenas de socorrista corriendo en cámara lenta, convirtió a Pamela en una figura reconocida globalmente.
En lo que concierne a su estilo, cabe destacar que el look de Pamela Anderson ha evolucionado significativamente a lo largo de los años. En los 90, con Baywatch y Playboy como telón de fondo, su estilo gravitaba en torno a ropa sexy y provocativa. Era conocida por los bañadores rojos (típicos de la serie), vestidos ajustados, minifaldas y tops cortos que resaltaban su figura. También usaba mucho látex, cuero y piezas llamativas. Hoy, su estilo es más refinado y minimalista, aunque conserva elementos de sensualidad. Prefiere ropa ancha, tonos neutros y prendas clásicas pero modernas. Su cambio refleja una transición hacia una imagen más madura y sobria. Pero elija la ropa que elija, Anderson sigue y seguirá siendo una figura cultural deslumbrante que simboliza tanto los excesos de la fama de los años 90, como una evolución hacia una conciencia personal y profesional más modesta.