El mal hábito que cometemos todas: no usar protector térmico
Rossano Ferretti no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar de pelo y peluqueros. Nacido en una familia dedicada a la barbería y a la peluquería, puede presumir (y presume) de haber construido un imperio mundial en el sector capilar: inventó el corte de pelo invisible –una técnica de corte a medida en el que se trabaja con las tijeras en vertical siguiendo la caída natural de cada cabello y por el que ha llegado a cobrar 1500 dólares–; tiene spas capilares repartidos por todo el mundo y una afamada línea de productos para el pelo basada en la esencia de su filosofía: cuidar el cabello como cuidamos la piel (damos fe de que funciona). Tal y como él mismo dice, practicaba el balayage hace 40 años cuando nadie hablaba de esta técnica e inventó el concepto de spa capilar mucho antes de que se convirtiera en moda en 2024. En su discurso no hay medias tintas. “Cuando en una peluquería no te entiendan, es mejor irse de ese salón. No sois las clientas las que tenéis que saber explicar bien lo que queréis, sino el peluquero quien debe entenderos”, dice durante un encuentro en petit comité con periodistas de belleza en su última visita a Madrid, donde nos presenta sus nuevos productos para cabellos teñidos.
“Si un peluquero te pasa el cepillo redondo con el pelo muy mojado para darle forma, no es un buen peluquero”, dice en otro momento regalándonos otra perla, de esas que siempre tendrás en mente cuando te sientes de nuevas en el sillón de una peluquería. Claro, con tanta sinceridad y conocimiento capilar a lo largo y ancho del planeta –Ferretti forma personalmente junto a su hermana Lorenza a los equipos de sus spas, situados en ciudades como Hong Kong, Nueva York, Maldivas, Milán o Madrid– es inevitable preguntarle por algo fácil, mundano y que nos esté pasando factura en ese deseo universal de tener un cabello sano y bonito. ¿Cuál es el error que cometemos todas las mujeres al cuidar el pelo? Ferretti vuelve a ser rotundo. “No usar protector térmico. Asiáticas, europeas, norteamericanas… todas empleáis herramientas capilares como secador y tenacillas pero casi ninguna protege el cabello de una fuente de calor con un producto específico”, responde igual de rotundo que las otras veces.
No hay secador sin protector de calor
Y está tan convencido de ese error mundial que se ha aliado con la marca italiana de secadores Gama (un clásico de toda la vida en el país vecino) para lanzar al mercado un set de secador que incluye, precisamente, el protector térmico de su línea capilar. Así no hay margen de error ni excusas. Además, es un spray ligero que facilita el desenredado del cabello y es fácil de incorporar a la rutina. Y sobre todo, salva al pelo de esa exposición directa a altas temperaturas que supone usar un secador, una plancha, una tenacilla o cualquiera de las nuevas herramientas que dan forma con calor. Por muy sofisticadas que sean y, aunque cada vez dañan menos la fibra capilar, lo hacen. Y el protector es el único producto que lo evita (basta con ver los vídeos virales de tostadas de pan a las que se les aplica protectores térmicos para comprobarlo). Y por cierto, otro truco de gurú: limpiar siempre el filtro del secador para que dure (casi) toda la vida.
La rutina de los 4 pasos de Rossano Ferretti
Puestos a buscar trucos de gurú fácilmente replicables en la vida real, el experto nos da otro infalible a la hora de saber si el producto que estamos comprando para el pelo es bueno. “Es fundamental probarlo en la piel y que no deje residuos. Si eso ocurre, es que es bueno”, nos explica mientras nos enseña algunos de sus bestseller como un champú en seco en crema ligera –nada de alcohol, nada de aerosol– que sus clientas compran hasta de 12 en 12 (Rossano dixit), Y a la hora de elegir básicos infalibles en nuestra rutina capilar, el experto no baja de cuatro: un buen champú adaptado a tu tipo de cabello –lo de hacer una o dos aplicaciones durante el lavado depende de las veces que se lave a la semana, dice–; acondicionador o mascarilla; protector térmico o, en su defecto, un sérum y, por último, un aceite para las puntas en seco. Si lo dice Rossano…