Atención a los fanáticos del transporte ferroviario. El metro de Barcelona organiza durante algunos fines de semana de septiembre, octubre y noviembre visitas a sus dos estaciones fantasma: andenes de paradas que funcionaron en su día o que no llegaron a funcionar. Son la de Correos, en la parte baja de la Via Laietana, y Gaudí, cerca de la Sagrada Familia. Las visitas se enmarcan en los actos del Centenario del Metro y también se podrán conocer espacios habitualmente cerrados al público, como el centro de simuladores de conducción en la plaza de Catalunya, el centro de control de La Sagrera o el taller de las líneas automáticas de la Zona Franca (el más nuevo de la red) o el de Santa Eulalia (el más viejo, centenario, porque fue el origen de la L1). Las visitas también incluirán edificios patrimoniales de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), como el de Mercat Nou, o la escalera de caracol de la plaza de Urquinaona.
Las visitas comenzarán el próximo fin de semana para los empleados de TMB y para la ciudadanía, las inscripciones se abrirán el martes 9 de septiembre en la página web https://obrimelmetro.cat y en conjunto se ofrecerán 5.000 plazas.

Las estrellas de estas jornadas del Centenario del Metro son la estación de Correos, que recibe su nombre del edificio público y que funcionó entre 1934 y 1972 y dejó de funcionar porque era de vía única, un final de línea que se eliminó cuando la L4 se prolongó hasta Barceloneta. En esta estación, las visitas serán de madrugada y habrá que caminar por las vías, todo por motivos de seguridad. Las visitas a la estación de Gaudí (que es visible desde los actuales trayectos un poco antes de Sagrada Familia, en dirección al centro) sí se harán de día.

El consejero delegado de TMB, Xavier Flores, ha presentado este viernes esta actividad del Centenario, del que ha destacado que se ha tenido en cuenta a los usuarios del transporte, los trabajadores y la ciudadanía. Flores ha señalado también la “complejidad” de abrir al público espacios como el de la estación de Correos: finalizado el servicio y los trabajos técnicos posteriores, con cuestiones tan esenciales como que la catenaria no tenga alimentación, o los 250 metros caminando por la vía.