La Euroliga se vistió por una noche de la NBA. El Real Madrid y el Maccabi protagonizaron una locura anotadora en un duelo en el Movistar Arena que se apuntaron los blancos por 116-113. Los sistemas defensivos saltaron por los aires para disfrute de los aficionados tanto como desesperación de los entrenadores, Chus Mateo y Oded Kattash. Los cuatro parciales describieron una oda al baloncesto de ataque: 33-30, 24-33, 34-27 y 25-23.
Los 120 puntos sumados cuando llegó el descanso (57-63) supusieron la primera parte con más anotación en la historia de la Euroliga. Los 229 del final también marcaron un récord en la competición sin contar los duelos con prórroga.
El Madrid ató su sexta victoria seguida en Europa, y la décima en los 11 últimos encuentros, liderado por los 31 puntos de Campazzo (42 de valoración, su mejor marca en la Euroliga), los 25 de Hezonja y los 20 de Musa, por otros 20 de Jokubaitis en el bando rival. Curiosamente, Tavares no tiró ni una vez a canasta en 25 minutos. El Madrid anotó 24 tiros libres de 25 intentos. El Maccabi, 26 de 26.
“Para el espectador ha sido un partido muy entretenido, pero yo hubiera preferido con menos puntos por parte de ellos. Era obligado ganar para nosotros y a veces las piernas no responden como se quiere”, comentó Chus Mateo.
La misma emoción se vivió en Vitoria entre el Baskonia y el Olympiacos (rival este jueves del Madrid en otro choque entre colosos), duelo que se apuntó el equipo griego por 101-102 tras una prórroga. El conjunto de Laso plantó cara al líder de la Euroliga, que venció lanzado por los 22 puntos de McKissic y Fournier y los 19 de su estrella, Vezenkov.
