El perfume fresco y floral que usa mi madre de 70 años (y mis amigas de 20)
Creo mucho (pero que mucho) en las casualidades beauty. Y cuando a mi alrededor son varias las personas que me cuentan de forma proactiva y curiosa (gracias a todas) diferentes experiencias con un mismo producto de belleza, es por algo. Por eso, que en las últimas semanas en mis conversaciones con mi madre y varias amigas de diferentes edades haya salido el nombre del perfume Dylan Purple de Versace, es por algo. Si a eso sumamos el hecho de que hace tan solo un par de semanas lo vi en la estantería de bestsellers de un duty free en el aeropuerto de Fiumicino en Roma (sí, no pude evitar mirar qué perfumes eran los que más se vendían en un lugar tan transitado), tenía claro que estaba ante uno de esos aromas de los que hay que hablar.
Un aroma que gusta a todo el mundo (sobre todo, en verano)
Mi madre, a punto de cumplir los 70, me contaba emocionada hace unos meses que le habían preguntado por este aroma en varias ocasiones. “Es duradero, nada empalagoso y varias personas me han dicho que olía muy bien, algo que no me había pasado antes”, decía. Sus palabras resumen un sentimiento bastante popular (basta con leer los centenares de reseñas que atesora en la red) en torno a este agua de perfume floral, afrutado y con olor a limpio gracias a sus notas de naranja amarga, pera, bergamota y madera de cedro. Y coinciden con las de otra amiga, mucho más joven (aún no ha cumplido los 30), que lo califica como su perfume favorito. “Estoy feliz de haberlo encontrado porque todo el rato cambiaba ya que ninguno me convencía. Es fresco y limpio y me gusta utilizarlo cada mañana, después de ducharme. Me pongo 4 o 5 toques. Creo que es perfecto para verano porque dura todo el día”, dice. Y para remarcar el efecto cadena, esta devota confirma que una amiga suya se lo compró después de olerlo.
El truco (infalible) para perfumarse en verano tras la ducha
Alargar la sensación de limpieza tras la ducha es uno de los deseos universales a la hora de usar un perfume. Deseo que se incrementa en verano, cuando las altas temperaturas ponen a prueba la duración de cualquier perfume por la evaporación del alcohol que produce el calor. Un buen truco para alargar el olor del perfume tras la ducha es hidratar la piel y, acto seguido, antes de vestirse, perfumarse en las zonas de pulso del cuerpo sin olvidarse de una de las más inesperadas: el ombligo. Dicen los expertos que esa es una de las zonas en las que el perfume adquiere una mayor intensidad. Y no, vaporizar una gran cantidad de fragancia no asegura mayor duración ni estela porque cada perfume tiene una duración y una evolución en piel que no se va a multiplicar de forma proporcional a las veces que lo vaporicemos. Más es más no siempre vale.
