El perfume que usaba Audrey Hepburn: una historia para recordar
Cuenta Donald Spoto en la biografía de Audrey Hepburn (Penguin Libros), en uno de los capítulos en los que relata la magnífica relación de trabajo que tenía con la diseñadora de vestuario Edith Head, que la actriz siempre tuvo muy claras las cosas en materia de estilismo. “Siempre consideró que su vestuario en las películas era algo tan personal como su ropa de diario, y con firmeza y su amabilidad característica, dejaba claro a los diseñadores que nunca se pondría nada que no hubiera recibido su aprobación o que no hubiera modificado ella misma. Raras veces se saltó esa norma”, rezan las palabras del biógrafo. Esa claridad mental estética nos sirve para contextualizar y refrendar la larga historia que tiene uno de los perfumes más míticos del mercado, L’Interdit. Precisamente, tal y como cuenta el propio Spoto, la actriz lo estuvo usando durante un año antes de que su amigo Hubert de Givenchy lo comercializa y lo pusiera al alcance de todos los demás. Y esa fidelidad a uno de los aromas empolvados y flores blancas más famosos del mundo confirma también el encanto del perfume (y del fenómeno). Cuenta la maison que Hubert creó en 1957 este perfume para la actriz, con quien mantenía una gran amistad. Y que cuando se lo dio a conocer, ella contestó una frase convertida en el origen de todo, Mais, je te l’interdit!’, que en francés significa: ¡Te lo prohíbo! Tras la fascinación inicial de Hepburn por el perfume; la famosa anécdota de su reacción convertida en nombre de fragancia, y el curioso hecho de que Hubert de Givenchy vaporizara la esencia en un pañuelo de seda que dejó olvidado en su taller de costura y que hizo que todas las mujeres que pasaban por allí lo olieran y lo desearan, L’Interdit llegó al mercado a finales de los 50. La actriz protagonizó la primera campaña publicitaria, firmada por Berts Stern, y el éxito fue rotundo: 4000 frascos vendidos solo en la primera semana a la venta.
Una versión intensa que interesará (y mucho) a la generación Z
Hablamos de una saga que se ha ido reinventado con declinaciones varias a lo largo de los años (en 2018 el jugo original se modernizó a base de azahar, jazmín, nardo, vetiver y pachuli) y que este otoño celebra la llegada de su faceta más intensa, confirmando la tendencia actual en el mundo de la perfumería de aromas absolutos e intensos que enganchan, más que nunca, a las generaciones más jóvenes (sí, los zetas están cambiando las tendencias en materia olfativa). El nuevo L’Interdit Absolu es una fragancia sin género, intensa y duradera que mantiene el ADN original de azahar y nardo y se reinventa con notas aromáticas como la lavanda y el cardamomo, el toque limpio del neroli y la personalidad de los acordes de tabaco y ron. Sí, es un aroma dulce y duradero muy diferente al resto.
Un perfume que gusta a todas las edades
Tal y como nos confirman desde Givenchy en España, sus equipos en el punto de venta observan que es un perfume que gusta a mujeres muy distintas, tanto de 20 como de 55 o 60 años. “Es el perfume de una mujer atrevida, que no tiene miedo de llamar la atención, que no busca pasar desapercibida. Es una consumidora fiel, a la que le gusta probar las distintas variantes olfativas y que en muchas ocasiones tiene varias en su tocador, pero siempre regresa a su eau de parfum original”, señalan. Es más, a día de hoy es el perfume más vendido de Givenchy y vende 5000 unidades al día.
Uno de los valores más apreciados por la consumidora es la duración que tiene en la piel y el hecho de que su estela dura horas. Sus palabras concuerdan (en parte) con las de Spoto en la biografía de Hepburn, en las que bromea con el olor del perfume original. “Por si fuera poco, el aroma era tan embriagador que quizá hubieran debido prohibirlo”, afirmaba el escritor de forma irónica. Porque está claro que esa estela rotunda y la personalidad de un olor con flores blancas muy diferente al resto, sigue siendo 60 años después un objeto de deseo. Prohibirlo hubiese sido un gran error.