Hija de unos exiliados españoles en Francia, Valeria Letelier, la protagonista de El corazón revolucionario del mundo, queda huérfana y es captada por una cédula de un grupo anticapitalista en los años setenta. Sobre su historia se construye el libro de Francisco Serrano (Guareña, Badajoz, 43 años) que se ha alzado con el XXI Premio Tusquets de Novela 2025, y que llegará a las librerías el 8 de octubre. El fallo del galardón, dotado con 18.000 euros, fue anunciado este jueves en la Fundación Julio Muñoz Ramonet de Barcelona.
El novelista Antonio Orejudo, presidente del jurado, describió la obra premiada como un “hipnótico relato”. Un libro que revela “a un narrador que domina la acción, la angustia y la sucesión de episodios”, según ha apuntado el jurado, integrado por Eva Cosculluela y por las escritoras Bárbara Blasco y Corina Oproae, quienes obtuvieron este mismo premio en ediciones pasadas. Orejudo añadió que frente a la tendencia preponderante de “basado en hechos reales” que ha dominado la literatura en las últimas dos décadas, El corazón revolucionario del mundo reivindica “la inventiva y la imaginación”. La novela, enfatizó, construye un mundo “no irrealista”, pero sí ficticio y presenta en algunos momentos el terrorismo como “un fenómeno surrealista, absurdo y cómico, además de, evidentemente, trágico”.
El autor, Fran Serrano, dijo que el premio le ha llenado de “sorpresa y satisfacción”. Empezó a escribir sin saber muy bien dónde llegaría, ya que sus obras anteriores se inscriben en la ciencia ficción, el terror y wéstern, géneros que en la nueva obra “articulan otras ambigüedades y formas”. El extrañamiento y la separación inevitable del mismo mundo que los terroristas quieren cambiar es una de las contradicciones que explora la novela (“la idea de clandestinidad y esa disociación”, explicó el novelista). También se propuso explorar el peligroso magnetismo que ejerce un líder. Serrano mencionó al grupo terrorista alemán Baader-Meinhof y a Carlos el Chacal como lejanas fuentes de inspiración, y aclaró que en un intento de “internacionalizar” su novela, separó la trama de la historia de otras bandas armadas que actuaban en España como ETA. “Quería poder inventarme lo que me diera la gana”, aclaró.
“La romantización de la violencia siempre es compleja y por eso he querido tratar las contradicciones inherentes que se dan. También, cómo esa idea de una bala de plata que solucione con un solo disparo todos los problemas no es real, pero tiene mucho más atractivo que la lucha diaria y la resistencia”, afirmó Serrano, quien se declaró contrario al “genocidio” y añadió que lo que está ocurriendo hoy en Gaza “lo es”.
Sobre sus influencias literarias a la hora de afrontar esta novela, Serrano habló de la exageración o esperpento de Thomas Pynchon, de la novela Libra de Don Delillo y del escritor de género Clark Ashton Smith, cercano al círculo de Lovelace. Se trata del cuarto libro del creador extremeño, organizador del festival literario Hostia Un Libro y codirector del pódcast Rancho Drácula. “La novela se lee como un thriller. El tutor va preparando a la pupila para dar un golpe y, cuando ocurre, pasan cosas que no imaginamos. Va mucho más allá de la idea de novela reportaje», destacó el director editorial de Tusquets, Juan Cerezo, quien también subrayó la vocación de este galardón de apostar por “nuevos valores y carreras emergentes” que aportan algo “fresco a la literatura española”.