Cuando uno se sumerge en la historia del ajedrez en Perú puede preguntarse racionalmente si hay algún componente genético o ambiental en ese país para explicar que produzca un gran número de talentos muy brillantes, desproporcionado totalmente con la escasa inversión de dinero, público o privado, en el deporte mental. En esta colección de vídeos ya figuran Julio Granda -uno de los más impresionantes fenómenos naturales de la historia del ajedrez-, Emilio Córdova y Jorge Cori, pero cabe añadir a Daysi Cori, José Martínez Alcántara (ahora con bandera de México) o el recientemente fallecido Orestes Rodríguez. En algunos casos hay una conexión lógica entre esos prodigios y la gran labor de promoción del ajedrez en el colegio privado Saco Oliveros, de Lima. Pero en otros, como el de Granda, parecen obras de la naturaleza.
Esa colección de grandes ajedrecistas quedaría incompleta si no añadimos al más antiguo de todos, Esteban Canal (1896-1981), quien siempre jugó por Perú aunque estudió en Alemania y luego residió en Italia. Nunca tuvo los recursos económicos suficientes para ser un verdadero jugador profesional. Sin embargo, logró varios éxitos frente a campeones del mundo y otros rivales de élite. Y, sobre todo, firmó la maravillosa miniatura comentada en este vídeo. Es improbable que un aficionado pueda olvidarla, aunque la disfrute sólo una vez.
