El vestido de invitada de boda por el que más me han preguntado
Hace unas semanas escribí sobre la silueta que mejor me funcionaba midiendo menos de 1,60 metros. A la hora de buscar un vestido de invitada de boda, me gusta optar por diseños largos (que cubren el tobillo), silueta fluida y con alguna abertura lateral. Es con este tipo de piezas con las que me siento más cómoda, y con las que me veo favorecida pese a no llevar zapatos de tacón.
El último vestido que llevé a una boda de día incorporaba todos estos requisitos. Una prenda fluida en color azul eléctrico y tejido plisado que incorporaba tanto una gran abertura en la espalda como dos, más discretas, en ambas piernas. Ha sido, sin duda, uno de los vestidos más cómodos que he llevado para un evento y, también, el look por el que más me han preguntado en las redes sociales.
El vestido en cuestión es el modelo Dakota, de la firma española Laagam, capitaneada por la prescriptora de moda y empresaria Inés Arroyo. Este diseño forma parte del catálogo de la marca desde 2021 y, tres años después, sigue siendo una de las piezas más aclamadas de la firma, disponible también en rosa fucsia. De hecho, posteriormente, la firma catalana ha lanzado otra versión más veraniega del mismo vestido; con tejido plisado, corte recto y aberturas laterales, pero sin mangas y con escote palabra de honor.