Zapatillas de malla, modelos de piel con puntera de almendra… En los últimos años, las bailarinas han dominado las calles gracias al respaldo de marcas que marcan tendencia, como Alaïa, Gucci y Miu Miu. Esta temporada, sin embargo, es un nuevo zapato el que domina las pasarelas, desplazando a la bailarina a un segundo plano: el de tacón bajo y punta afilada, casi como un cuchillo.
En muchos aspectos, este zapato funciona igual que su predecesor: su acabado pulido y su sensibilidad madura lo hacen lo suficientemente sencillo como para servir de base a todos tus estilismos. La diferencia estriba en que el tacón kitten desprende un aire más formal: cierto que apenas es perceptible, pero aporta un aire más sofisticado, y su puntera le da una silueta refinada que no se consigue tan fácilmente con un zapato plano. Aunque se trata de una vuelta al tacón después de años de predominio de las zapatillas (y de un verano marcado por las chanclas), estos pequeños tacones son prácticos y distan mucho de tratarse de un calzado con el que solo puedas moverte en taxi.
Ya se trate de un destalonado puntiagudo, de un zapato bajo o de unos mules, este es exactamente el tipo de zapato que una se imagina deslizándose por Milán, una ciudad donde el estilo es un poco más afilado de lo que se suele ver en sus homólogas. Naturalmente, la versión de Prada de este zapato se ha visto con frecuencia en la ciudad italiana esta semana, en particular su modelo en marrón con detalle de lazo y bordes sin rematar.
Por añadidura, los microtacones puntiagudos también se vieron por todo Nueva York y Londres. En esta ciudad, que suele apostar más por las zapatillas deportivas bien gastadas que por los tacones brillantes, muchas invitadas cambiaron sus deportivas Puma Speedcat por un tacón refinado, y los zapatos de punta en tono marfil fueron los más fotografiados. En Nueva York, donde las temperaturas seguían siendo altas, los vimos con shorts entallados y minifaldas, lo que demuestra que este zapato funciona con cualquier largo que s ele ponga por delante. Quienes deseen ir más allá, pueden imitar a Miuccia y sumarles unos calcetines hasta la rodilla.
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Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk.