Nacida en Lisboa, Ema Gaspar no solo dibuja: crea mundos. Mundos en los que los personajes flotan entre lo onírico y lo emocional, con trazos suaves y colores pastel que parecen haber sido sacados de un sueño. Su universo, tan personal como mágico, es una especie de país de las maravillas ilustrado donde la la vulnerabilidad no es una estética, sino una forma de narrar.
El inicio de esta relación con el dibujo se remonta a sus días de infancia en casa de sus abuelos, donde cambiar juguetes por papeles en blanco fue su primer manifiesto de creatividad. “Pasaba horas simplemente dibujando. Incluso me gustaba dibujar en las caras de mi familia”. Lo suyo no fue un hobby: fue una vocación con colores incluidos. “No creo haber tenido un momento claro en el que me di cuenta que quería dedicar mi vida al dibujo. Siempre ha sido más como una necesidad, algo que mi cuerpo requiere, como comer. Tan natural que nunca lo pensé como una elección”, confirma.
Aunque empezó con tinta negra —“Le tenía miedo al color, pensaba que el negro era suficiente” confiesa—, fue este descubrimiento lo que terminó por abrirle las puertas de un lenguaje visual más íntimo. Su técnica se transformó y su identidad también. “Con el tiempo, volví a trabajar con personajes, pero esta vez con color y empecé a darme cuenta de lo estrechamente ligado que estaba mi uso del color con mis emociones”. Desde entonces, el grafito y los lápices se convirtieron en su insignia. “Mi lenguaje visual se volvió más fluido, más abierto a la vulnerabilidad. Siempre evoluciona conmigo, a medida que crezco y aprendo a confiar en mis sentimientos”.
Y su sensibilidad no ha pasado desapercibida. Marcas como Nike, Bimba y Lola y ahora Pull&Bear han colaborado con ella, atraídas por ese trazo que conecta con lo emocional desde lo estético. “Esta colaboración con Pull&Bear es especialmente significativa para mí. El pride month siempre ha sido importante crear espacio para la visibilidad y la alegría, pero ahora más que nunca”.
Su nueva colección cápsula Proud to Love con la firma española, cuenta con dos camisetas ilustradas, conmemora el mes del Orgullo y es, como todo lo que hace Ema, una celebración de lo auténtico, lo emotivo y lo libre. “Como persona no binaria, creo en la importancia de proteger y celebrar nuestra existencia de cualquier forma posible», confirma. Por otro lado, nos revela su cercanía con la firma, “Además, hay una conexión personal: mi padre trabaja como guardia de seguridad en una tienda Pull&Bear en Portugal. Así que esta colaboración es como cerrar un círculo».
«La identidad queer, para mí, trata de construir nuevos sistemas de cuidado y alegría (…). En tiempos como estos, la amabilidad y la comunidad no son solo sentimientos, son actos necesarios de esperanza”. Así, con colores suaves y emociones a flor de piel: Ema Gaspar nos traduce su universo a Pull&Bear.
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